La automatización y virtualización de procesos, la inteligencia artificial (IA) aplicada, las biotecnologías y la computación de próxima generación son algunas de las diez tendencias tecnológicas que se espera que sean claves en la reconfiguración del futuro de los mercados y las industrias en las próximas décadas.
La tecnología sigue remodelando nuestro mundo, y a medida que la digitalización se acelera, también evolucionan las tendencias tecnológicas que las empresas y los ejecutivos ven como las más importantes para crear la ventaja competitiva y orientar las inversiones en tecnología de las compañías.
Partiendo de una metodología única -basada en la comparación de las puntuaciones de momentum de cada tendencia-, McKinsey Technology Council ha identificado la automatización y virtualización de procesos, la conectividad del futuro, las arquitecturas distribuidas, la computación de próxima generación, la inteligencia artificial aplicada, la programación del futuro, la 'trust architecture', las biotecnologías, los materiales nanotecnológicos y la 'cleantech' como las diez tendencias más relevantes en las próximas décadas.
"Estas tendencias no representan las tecnologías más novedosas ni vanguardistas, pero son claves para las empresas porque son las que atraen el mayor capital de riesgo, las que producen la mayor cantidad de solicitudes de patentes y las que generan la mayor influencia sobre cómo y dónde competir, además de identificar las capacidades que se necesitan para acelerar el rendimiento de una compañía", ha señalado Benjamim Vieira, socio de Mckinsey que lidera la práctica Digital en España y Portugal.
La computación de próxima generación ayuda a desbloquear capacidades sin precedentes y promete reducir el tiempo de desarrollo de productos químicos y farmacéuticos con simulaciones, acelerar los vehículos autónomos con IA cuántica o transformar la ciberseguridad; y todo ello reduciendo los costes de 'hardware', acelerando el aprendizaje automático y permitiendo una búsqueda más eficiente de conjuntos de datos no estructurados.
La robótica, el Internet Industrial de las Cosas (IIoT), los gemelos digitales ('digital twins') y la impresión 3D o 4D se combinarán para agilizar las tareas rutinarias y mejorar la eficiencia operativa, acelerando el tiempo de comercialización. Para 2025 se prevé que el 50% de las actividades laborales actuales podrían estar automatizadas. Para entonces, se estima que más de 50.000 millones de dispositivos estarán conectados a la IIoT, generando 79,4 zettabytes (ZB) de datos anuales.
Las instalaciones anuales de robots industriales, que se han multiplicado por dos hasta alcanzar unas 450.000 desde 2015, crecerán hasta cerca de 600.000 en 2022; incluso cuando el 70% de los fabricantes usarán regularmente gemelos digitales en 2022. A su vez, cerca del 10% de los procesos de fabricación actuales serán sustituidos por impresiones 3D o 4D en 2030.
Por su parte, el futuro de la conectividad podría hacer que el 80% de la población mundial tenga cobertura 5G en 2030, permitiendo una conectividad más rápida a través de distancias más largas, con descargas más ágiles, y una latencia reducida a casi nada. Esto impulsará cambios en el panorama empresarial, desde la digitalización de la fabricación (mediante el control inalámbrico de herramientas, máquinas y robots móviles), hasta el suministro descentralizado de energía y la monitorización remota de pacientes, según el análisis.
"En todos los sectores, hemos identificado unos mil casos de uso relacionados con el futuro de la conectividad que podrían contribuir colectivamente de 5.000 a 8.000 millones de dólares al PIB global en 2030", apunta Benjamim Vieira.
LAS INFRAESTRUCTURAS IT DE PRÓXIMA GENERACIÓN
La infraestructura de IT distribuida (arquitectura distribuida), que aúna la computación en la nube y la del 'edge computing', permite a las empresas a llegar a dispositivos ávidos de datos con mucha menos latencia, en un mayor número de ubicaciones, incluso más remotas; y acelerar la toma de decisiones basadas en una analítica avanzada a la carta.
Esta tendencia ayudará a las empresas a aumentar su velocidad y agilidad, reducir la complejidad, ahorrar costes y reforzar sus defensas de ciberseguridad. Por ello, se prevé que para 2022, alrededor del 70% de las empresas emplearán tecnologías, herramientas y procesos de gestión híbridos o 'multicloud'.
Otra de las tendencias emplea algoritmos de IA para entrenar a las máquinas para que reconozcan patrones, los interpreten y actúen conforme a ellos, ayudando a los ordenadores a dar sentido a los datos del mundo real. Una de sus aplicaciones promete mejorar la satisfacción del cliente a través de nuevas interfaces y métodos de interacción, consiguiendo aumentar la productividad humana y reducir los gastos operativos.
Del análisis se desprende que más del 75% de los puntos de contacto de los servicios digitales verán mejorada la usabilidad, la personalización y el aumento de la conversión gracias a la inteligencia artificial aplicada.
Por otro lado, la 'trust architecture' plantea un conjunto de tecnologías y enfoques diseñados para un mundo de crecientes ciberataques. Solo en 2019 más de 8.500 millones de registros de datos fueron comprometidos. Esta tendencia proporciona las estructuras necesarias para verificar la fiabilidad de los dispositivos a medida que los datos fluyen a través de las redes, las API y las aplicaciones.
La 'trust architecture' podría incluir tecnologías de libro mayor distribuido (DLT), entre ellas el 'blockchain', y un enfoque de 'zero-trust security' -basada en el principio de que nada es de fiar- para prevenir las violaciones de datos. Además, estas tecnologías disminuyen los costes del cumplimiento de las normas de seguridad, reducen los gastos operativos y de capital asociados a la ciberseguridad, y permiten transacciones más rentables. Según el estudio, alrededor del 10% del PIB mundial estaría asociado a 'blockchain' para el años 2027.
Finalmente, también destaca el futuro de las conocidas como las tecnologías limpias ('cleantech'), como los sistemas de distribución inteligente de energía en la red, los sistemas de almacenamiento de energía, la generación de energía neutra en carbono y la energía de difusión, que responden a la necesidad de proteger y preservar el medio ambiente. La investigación concluye que más de un 75% de la energía mundial será producida por energías renovables en 2050.
LAS ÁREAS DE RIESGO ASOCIADAS A LAS TENDENCIAS TECNOLÓGICAS
"A pesar de los beneficios que podría traer al negocio el incorporar estas tendencias tecnológicas, identificamos cinco áreas de riesgo en la implementación de las nuevas tecnologías en el ámbito empresarial, en los ámbitos del negocio, la sociedad, los riesgos operativos, el cumplimiento normativo ('compliance') y la legalidad", ha puntualizado Remy Paternoster, socio de McKinsey en España.
Con ello en mente, el estudio recomienda que las empresas asuman la responsabilidad ética de los datos recogidos, salvaguarden los valores sociales de las acciones empresariales y mantengan la conciencia interna sobre el deber social de la organización.
También destaca la importancia de establecer procesos sólidos y controlar y mitigar el riesgo operativo; garantizar el cumplimiento de una cultura basada en los datos, la normativa y las políticas internas; y asesorar proactivamente a las líneas de negocio y al resto de la organización en asuntos legales de interés.
Fuente DPA.