A pesar del escándalo que puso a Diego Latorre (47) en el ojo de la tormenta, Yanina Latorre (48) se mostró fuerte frente al día a día. Y aunque tuvo sus momentos de debilidad, la panelista de Los Ángeles de la Mañana busca mostrarse entera en uno de los momentos más duros de su vida.
"Sé que no voy a montarme en el rol de policía. Quien se lo pasará persiguiéndome con el cu... a cuatro manos es él. ¡Por el susto que se pegó, es capaz de hacerse célibe!".
“No logro separar los cuernos de las consecuencias públicas. Me sacó su descuido, su torpeza de hacerlo con alguien que yo conozco. Diego fue más boludo que hijo de pu..., y eso es lo más doloroso. Ver, leer y escuchar es peor que el acto sexual. No me merecía esto: a mí me puede contar todo”, aseguró Yanina, en una extensa charla con la revista Gente.
“Sé que no voy a montarme el rol de policía: ‘¡no me mientas!’ o ‘demostrame tal cosa’. Ese vínculo patológico no tiene salida. Yo vivo relajada como siempre. Quien se lo pasará persiguiéndome con el culo a cuatro manos es él. ¡Por el susto que se pegó, es capaz de hacerse célibe!”, contó, poniéndole humor a la situación y dejando en claro que su postura es ir para adelante, sea como sea. “Tengo mucho aguante. Tanto, que hoy soy la única persona que banca a Diego. Él está triste y muy solo, alejado de sus viejos y sus amigos. Si hubiese tenido alguno le habría advertido: ‘Acostate con otra; esa no te conviene’. Después de todo, no robó ni mató. ¡Al padre de mis hijos jamás veré acabado!”, enfatizó.
"¿El comentario que me conmovió? Después de charlar con Lola, me miró llorando y me dijo: 'Por favor, no eches a papá, porque nosotros somos una familia'. Y entonces le juré que no lo haría".
También la participante de Bailando 2017 reveló aspectos desconocidos de su relación con el exfutbolista, desde los más triviales a los que marcan a las parejas: “Diego no da un paso sin mí. Cada mañana le doy las medias, le pido turno con los médicos y hasta le corto las uñas de los pies. Siempre fue así. Le lloré cada gol. Firmé cada contrato. Hice sus mudanzas. Perdí un dedo por un cáncer de huesos que me atacó en México, sin pedirle que abandonase la concentración, y un embarazo de 3 meses, desangrándome con mamá en mi cuarto y en silencio antes de un Boca-River. La gente puede no entenderlo, pero así es: a un futbolista no se lo molesta. Siempre fui cero egoísta y le conté los problemas después de resueltos: el error de las mujeres fuertes”, contó. “A los tipos les gusta sentir que sos una pelotuda y dependes de ellos. Pero siempre fui guerrera, una leona que cuida a su cría. Y Diego es parte de mi cría: yo lo adopté. Tal vez por eso hoy lo veo como a un nene que se rateó y lo pescaron”, sentenció.
"Diego y yo volvimos a dormir juntos, aunque no me nace llamarlo o ser cariñosa. Sigue dando disculpas que, por ahora, no estoy aceptando. Pero lo banco: él está disponible al diálogo cuando yo lo necesito. Me propuso hacer un viaje juntos y no quise".
También Yanina contó qué está haciendo cada uno para sanar las heridas: “Diego y yo volvimos a dormir juntos, aunque no me nace llamarlo o ser cariñosa. Sigue dando disculpas que, por ahora, no estoy aceptando. Pero lo banco: él está disponible al diálogo cuando yo lo necesito. Me propuso hacer un viaje juntos y no quise. Siento que ahora lo mejor es seguir hablando, preguntando y explicando. Sabe que no debe tomarme por boluda con intentos básicos de reconquista. No soy de las toman rehenes: los relojes y las carteras me los compro yo. Sólo quiero sensatez y honestidad”, aseguró la panelista, que lejos de su perfil combativo, no convirtió su hogar en un campo de batalla. “En casa no grité, no hice escándalo y traté de mantener una calma prolija. Y si finalmente decidimos separarnos, será todo muy ordenado”, remarcó Yanina Latorre, a corazón abierto.
Pero el momento de la entrevista en que se quebró fue cuando el periodista le preguntó por el comentario que más la conmovió: "Después de charlar con Lola, me vio llorando y me dijo: 'Por favor, no eches a papá, porque nosotros somos una familia'. Y entonces le juré que no lo haría".