A principio de enero, Sabrina Rojas (38) y Luciano Castro (44) le confirmaron a la prensa que estaban separados, tras nueve años de pareja y dos hijos en común, Esperanza (6) y Fausto (4). Sin embargo, el amor pudo más y al mes contaron que estaban nuevamente juntos, en ese momento, disfrutando de las vacaciones en Mar del Plata.
De regreso a la cotidianidad en Buenos Aires, la actriz habló de su reconciliación y del preciso momento en el que se dieron cuenta que tenían que seguir "peleando por su amor". Eso sí: cerró la puerta por completo a la posibilidad de agrandar la familia.
"Cuando llegó el momento de 'me voy a otro departamento', aflojamos los dos".
"Estamos muy bien, estamos como de novios nuevamente, estamos con esa cosa de amor, de mensajitos. Después de una crisis vienen esos momentos, que durarán 2 ó 3 meses, y volveremos a la rutina (risa)... Y ahora también estamos a punto de irnos de viaje”, dijo Sabrina, en nota con Intrusos.
Luego rescató los puntos positivos de haber estado unos meses separados: “La distancia, si bien se la pasa muy mal, siempre está buena. Arrancás con otro envión, más enamorado y con las cosas más claras. Nosotros estuvimos separados dos meses y medio, más o menos, pero estuvimos bajo el mismo techo. Entonces, cuando llegó el momento de 'me voy a otro departamento, compro muebles...', aflojamos los dos. Dijimos 'pará, pará. ¿no da dar vuelta atrás todo y volverlo a intentar?'".
En la misma línea, Rojas agregó: “Mientras haya amor hay que pelearla, y más cuando hay hijos. Tenemos muchas ganas de estar en familia. Nosotros nos amamos mucho, pero a veces la rutina hace que pierdas cosas, que no veas cosas, y que creas que todo está terminado. Pero cuando todo terminó, dije 'no, yo quiero seguir con este hombre'”.
Consultada por la posibilidad de tener otro hijo, Sabrina fue determinante: "¡No! De ninguna manera".