En la imaginación de muchas personas, conocer y empezar a salir con una figura como Pampita puede parecer un sueño ideal. Pero llevado a la realidad, especialmente para quienes no se mueven en su mismo ámbito, entrar en ese tren de exposición mediática puede tener sus complicaciones.
Así le sucedió a su marido, Roberto García Moritán quien, en su paso por PH, Podemos Hablar, relató lo difíciles que fueron para él esos primeros momentos de la relación, llena de flashes y móviles que aparecían a su paso, de la nada.
“Tengo que reconocer que lo sufrí, la pasé mal. Hubo un día que me hicieron hasta memes, en el que le pedí a un amigo 'por favor, sacame de acá'”, admitió el empresario gastronómico cuando Andy Kusnetzoff quiso saber cómo había sido entrar en la vida de la modelo.
Así recordó García Moritán ese día de terror que vivió luego de la noche de la despedida de soltera de Pampita, cuando ella le pidió que la pasara a buscar para ir a ver a Tini Stoessel.
“¿Va a ser tranquilo?”, recordó que le preguntó a su entonces novia, quien le dijo que sí, que le dijera a su hermano para que fuera con su sobrina. “Va a haber prensa, pero en un corral”, le aseguró ella.
Roberto, que comentó que esa noche estaba muy cansado, recordó que en un principio todo fue tal como ella le había prometido. Pampita se sacó fotos, dio algunas notas y se dispusieron a disfrutar del show. Hasta que los hicieron pasar a un salón VIP... Lo que sigue, es el relato digno de una pesadilla:
“No sé si lo soñé, pero para mí había como 300 cámaras con 300 micrófonos, le pregunto a quien nos había invitado dónde podía estar tranquilo y me dice 'andá para arriba'. Subo una escalera y, a medida que lo hacía, cada vez aparecían más cámaras y micrófonos”, relató.
“En un momento, se me suelta Caro y me alivié; pensé que se iban a quedar con ella. Pero no, me seguían rodeando a mí, no había fin... Y de repente me encontré con una cara conocida, mi amigo”, siguió. Y comentó que fue a él a quien le pidió que lo sacara de ahí.
“No sé si lo soñé, pero para mí había como 300 cámaras con 300 micrófonos, cada vez aparecían más".
¿Cómo siguió la anécdota? El amigo "salvador" lo llevó a una escalera de servicio, donde se quedó un rato esperando que el ambiente se calmara. “No me animaba a salir... Hasta que espié, vi que ya no había nadie, y salí. Y estaba el notero de Intrusos, esperándome”, agregó.
“Hoy entiendo que va a ser un poco parte de mi vida, estoy haciendo las paces con los medios; estoy haciendo mi primera experiencia, ¡tengo la suerte de estar bien acompañado!”, dijo a cuenta de haber aceptado la invitación al programa de Telefe, emisión que contó también con la presencia de Soledad Silveyra, Juan Minujín y Andrea Rincón.
