La eliminación de Maipi modificó la visión de varios de los participantes de Gran Hermano 2015, quienes habían creído que la morocha contaba con un férreo respaldo del público por ser la novia de Nicolás Conte. Atento a ello, Francisco Delgado se apresuró a fulminar a Romina Malaspina, su pareja dentro de la casa más famosa, y un grupo de mujeres alertó a los hermanitos sobre las jugadas con gritos desde el exterior.
El primer grito fue claro, haciaa Mariano Berón y Belén Delgado: "Mariano, cuidá a Belén". El segundo fue un poco más complicado, pero los chicos lo interpretaron a la perfección: "Fran fulminó a Romina". Ya el tercer dato que vociferaron las chicas reveló uno de los cambios fundamentales en las reglas del juego. "La fulminante vale el 60 por ciento".
Tras la comunicación de Jorge Rial en la gala respecto de la fulminante, Brian Lanzelotta se lamentó de no haber interpretado a tiempo las insinuaciones de Angela Pereyra, quien trató de explicarle que la espontánea funciona como método para enviar directo a placa a un competidor, a la vez que es una suerte de inmunidad.
Entonces, al anoticiarse por los gritos de la posterior modificación, Romina celebró que para abandonar la casa deban votarla más de 6 de cada 10 personas.
Así, los chicos continuaron reflexionando sobre si las decisiones tomadas en el pasado fueron correctas y cómo adaptarse para sobrevivir en el futuro, con la casi plena certeza de que la rubia se medirá con Matías. Una vez más, como sucedió con el puntero laser, el drone o la camioneta con megáfono, los de afuera no fueron de palo e intervinieron en el juego de forma decisiva.