El hombre es el dueño de unos de los flows más contagiosos de Latinoamérica, pero desde el teléfono suena como esos caribeños que salen en las películas de gángsters de Miami. Algo de eso hay: (el alias por detrás de ) nació en Brooklyn, pero se crió en San Juan de Puerto Rico. Sus padres, Don Rafael y Margarita Cruz, lo incorporaron al Teatro Pobre de América de chico, pero lo suyo no era actuar, sino rimar, inspirado por Run DMC y Sugar Hill. En 1984 se convirtió en uno de los primeros raperos que cantaron con éxito en español. Incorporó coreografías y bailarines a sus shows, mientras se mudaba a Orlando para invadir el mercado latino. Pero a mediados de los 90, un accidente en moto cambió su vida y lo dejó postrado por largos meses, deprimido y adicto a los calmantes. " La adicción a la heroína, la cocaína, la marihuana y el alcohol comenzaron a acabar con mi vida", cuenta. Vico C terminó preso. Y no tardó en volcarse al evangelismo, donde encontró paz. ¡Qué película!
Pero no, es verdad. Y ahora, desde su casa en "Orlando, Florida", el hombre que gracias a las enseñanzas de sus letras se hace conocer como el filósofo del rap, dice que hasta recién estaba sentado en el piano. Es que tiene un nuevo disco en el horno, con colaboraciones de nombres grandes del hip hop en español y del reggaeton como Calle 13, Wisin & Yandel, Voltio, Arcángel y Olga Tanon. Acaso, sea la excusa perfecta para volver a subirse a la tarima de los premios Grammy.
"Ahorita estaba escuchando Bach y me inspiró a hacer algo en el piano... No conozco mucho de él, pero su música me llega. Es buena influencia la música clásica, tiende a inspirarme a hacer otras cosas", cuenta.
¿Cómo componés?
Por inspiración... ¡o por presión de la disquera! Yo voy pensando muchas cosas, soy una persona analizadora. Veo muchos documentales, leo mucho. Y eso me va trayendo material para escribir automáticamente. Es como las computadoras, que según lo que le metas es que sacas de ahí. Cuando tengo tanta información, me siento en el piano a sacar melodías y todo se encuentra. Hay un momento en que llego a la canción.
¿Qué documentales ves?
Me gustan los del History Channel, National Geographic, Discovery... Se aprenden muchas cosas interesantes. Las letras que canto hablan de cosas reales, y no es por cantar algo mío, sino porque sé que aportan a la gente. Duermo tranquilo porque no hay nada mío que puedan sacar en este momento en el plano del escándalo. Mucho de lo que canto es de la vida real: sino de la mía, de la del vecino de al lado...
Tal vez cuando des tu show acá veas cosas inspiradoras: el estadio es en Morón, un barrio del suburbio...
Sí, estoy al tanto. Es un sitio popular, me dijeron.
¿Y cómo será el show?
Me enfoco mucho en la música como tal. Obviamente pido un buen sonido y luces, pero mi show se trata de música, tenga o no tenga bailarines. Entiendo que tengo una banda de diez buenos músicos. Muchas cosas que digo en el show llegan. Las canciones son una ensalada, un repertorio de diferentes épocas, desde finales de los 80 hasta hoy día.
¿Creés que va a ir a verte más público del hip hop o del evangelismo?
Bueno, no sé. Hay un público cristiano que no es hip hop, porque al hip hop no lo define una información específica, sino un flow y un sentimiento, y el arte de hacerlo. ¡Y en eso todos somos cristianos del hip hop!
Vico C se presenta el sábado 5 junto a Rescate en el estadio de Morón, Alte. Brown 1211 (Morón). Precios: p
opulares $ 20, campo $ 28, platea $ 33, VIP $ 90.