Desde que pisó por primera vez la pista de Bailando 2018, Jimena Barón expresó ante las cámaras, en las redes y en las notas que brindó su fervoroso deseo de llegar a la final junto a Mauro Caiazza, su bailarín y de quien se enamoró durante el programa.
¡Y lo consiguió! Visiblemente emocionada por estar en esta instancia, la participante expuso sus sensaciones en esta noche especial: "Estoy muy emocionada, sinceramente me cuesta hablar. Estoy feliz... Primero quiero pedir perdón por la cara con la llego a la final, me da un poco de vergüenza. Me tuvo que hacer una cola tirante porque soy como un Shar Pei ya. Estoy como arrugada, demacrada, los lunares son granos, herpes. No puedo creer, son un mundo de sensaciones adentro".
"Para mí fue un mega desafío intentar ponerme a altura de Mauro Caiazza (su bailarín) y Mati Napp (su coach). Y pararme acá con todos mirando, opinando y juzgando. Pero todo se termina en la calle porque el afecto de la gente se arma una cosa de Mundial impresionante".
"Hace 22 años que laburo y pasé por todos los estudios de televisión, de la Argentina por lo menos, de Buenos Aires. Y lo que se siente en esta pista no se siente en ningún otro lugar. Es una cosa increíble", agregó.
"Para mí fue un mega desafío intentar ponerme a altura de Mauro y Mati Napp (su coach). Y pararme acá con todos mirando, opinando y juzgando. Pero todo se termina en la calle porque el afecto de la gente se arma una cosa de Mundial impresionante. Así que estoy agradecida de ser un poco protagonista con mis compañeros (Sofi Morandi y Julián Serrano) de este Mundial de la televisión", cerró, ansiosa por llevarse el título de campeones en esta edición.