A fines de febrero Carlos “Chiquito” Bossio (45) conoció la felicidad absoluta y la más profunda tristeza en cuestión de horas, cuando su esposa, Ana Débora Lucero Bustamante dio a luz a con siete meses de gestación a su primogénita y luego falleció de un ACV a sus 42 años.
Tras ocho meses entre el dolor de la pérdida y la alegría de criar a Isabella, el exarquero de Lanús, Estudiantes de La Plata y Belgrano de Córdoba se animó a abrir su corazón en una nota con el Pollo Vignolo en Fox Sports Radio.
Así fue que con total sinceridad, el futbolista retirado comenzó: “No me está siendo fácil arrancar a hablar en público, pero acá estamos, saliendo”.
“Superamos complicaciones, porque nació prematura y vamos superando complicaciones".
Con su mirada plantada en la nena, Chiquito afirmó: “Superamos complicaciones, porque nació prematura y vamos superando complicaciones. Ahora está bárbara. He tenido la ayuda de mis suegros, de mis viejos, mi cuñado, amigos, sin ellos no podría haber hecho nada. Me han dado una mano muy grande y verla hoy así es hermoso. Siento que estoy haciendo las cosas bien”.
"Sé que mi mujer me hubiera perdonado miles de cosas, pero no que afloje y menos con Ana".
Quebrado en llanto, continuó: “Uno muchas veces tiene ganas de estar triste, o de no estar alegre, pero ella (por su hija) no sabe, y tengo que estar con ella”.
Consultado sobre su situación, reflexionó: “No sé si se supera, hay que acomodarse. Hay veces que no me quiero reír, pero me tengo que reír con ella porque no sabe por qué el papá está triste, no lo va a saber nunca y tengo que estar al cien por ciento con ella. Y cada vez que la miro me recuerda a la madre, y es una mezcla de sensaciones. Es instantáneo. Uno tiene que poner la mejor cara, el mejor ánimo”.
"Es duro porque uno se pregunta ‘¿por qué a ella?’ Ella es la que dejó de ver a su hija y se le truncaron los sueños. Yo sufro, pero vivo, ella no. Ella ni siquiera tuvo chances de pelearla...".
Otra vez conmocionado, recordó a su esposa y explicó de dónde saca las fuerzas para seguir adelante: “Sé que mi mujer me hubiera perdonado miles de cosas, pero no que afloje y menos con Isabella. Más allá de que sea mi obligación como padre, es la obligación de también responderle a mi mujer”.
“En ese momento me enojé con Dios, pero sigo creyendo. Sé que si pasó, por algo tenía que pasar. Es duro porque uno se pregunta ‘¿por qué a ella?’ Ella es la que dejó de ver a su hija y se le truncaron los sueños. Yo sufro, pero vivo, ella no. Ella ni siquiera tuvo chances de pelearla...”, concluyó Chiquito Bossio.