La imposición del inédito aislamiento social total impactó en la vida de todos por igual, sin escaparle a la rutina cotidiana de los famosos.
¿Cómo pasan ellos esta situación de crisis sanitaria? ¿Se han deprimido o aprovechan para tener tiempo propio? ¿Cuáles son los miedos y los nuevos "hobbies" en el encierro? Todo esto y mucho más se volcó a un mini test de cuarentena.
¿Lo que sigue? Nuestro ping pong exclusivo ¡vía WhatsApp! con Rodrigo Lussich (47).
1-¿En dónde y con quiénes pasas cuarentena?
-En casa, en Palermo, con mi perro Nano y mi novio Juanpi. Pero tengo una vida muy parecida a la de siempre, porque salgo a laburar gran parte del día.
2-Completá la frase: "De esta cuarentena salgo…"
-Más gordo. Seguro. Estoy pasado varios kilos de mi peso habitual, no estoy entrenando cosa que ya me costaba bastante. Son rachas. A los 47, la grasa se te instala cómodamente y se queda a vivir con vos. Soy un gordito feliz.
"Soy bastante rutinario. Tener un perro te da una rutina de horarios para que salga y coma. Es una responsabilidad y yo adoro tenerla".
3-El sincericidio de tu cuarentena es…
-El celu me tiene bastante adicto, me cuesta soltarlo. Pero como no me engancho con las forradas de las redes, solo lo aprovecho para laburar o estar cerca de los afectos.
4-¿Tenés alguna rutina que no cambiás por nada?
-Soy bastante rutinario. Tener un perro te da una rutina de horarios para que salga y coma. Es una responsabilidad y yo adoro tenerla. Mi perro persona se llama Nano y le dedico mucho. Fuera de eso, la rutina me la dan los horarios de trabajo. Trato de descansar un toque más a la mañana, me quedo en la cama más que antes porque al mediodía arranco fuerte y no paro hasta la noche. Soy bastante casero y disfruto echarme en mi sillón a ver una serie o un zapping general.
"Yo suelo tener una mirada crítica de los famosos, creo que son bastante psicopatas en su manejo. Te desmienten indignados y al mes se confirma la data y se hacen los boludos".
5-¿Cómo te sentís al estar tan informado de todo lo que pasa por tu rol de comunicador?
-Lamento la “infodemia” reinante; la sobrecarga de información innecesaria. Más allá del peligro de la pandemia; ha sido un gran negocio mediático y le dio contenidos para bien y para mal a muchos. El día que no mida más rating el coronavirus seguirá contagiando gente, pero se hablará menos. En mi caso, me sirvió para ir por el camino contrario, entretener y divertir en medio de la sobrecarga informativa. Agradezco que así sea.
6-¿Cuáles son los famosos más mala onda para dar notas o generar chimentos y cuales los más copados o desesperados por aparecer?
-Yo trato de depender lo menos posible de ellos para generar mi contenido. Ellos usan las redes para cholulearse consigo mismos y que luego los levanten las páginas de espectáculos, es un circuito muy aceitado que se instaló. Yo suelo tener una mirada crítica, creo que son bastante psicópatas en su manejo. Te desmienten indignados y al mes se confirma la data y se hacen los boludos. No juego su juego, juego el mío que es entretener a la gente que mira la tele; que no son ni ellos ni los haters de las redes; no es mi lenguaje ni mi código. Ellos necesitan que la tele los legitime; los reivindique; y en general su público se nutre de otros contenidos, no de la tele abierta. Yo trabajo en television, no en Instagram.
"Volví a cosas esenciales de la casa que había dejado de hacer, al no poder contar con la ayuda de Carmen, que es como una segunda mamá que tengo y me da una mano con la casa".
7-¿Qué es lo que más extrañás de antes de la pandemia y la cuarentena?
-Como cualquier persona, extraño la libertad. Es tan simple como eso. Movernos, ver a los afectos, abrazarnos, reunirnos. Extraño la vida de bares, que me encanta. Sentarme en un bar y ver pasar la vida; desayunar al sol o comer con amigos. Agarrar la ruta un finde. Todo eso se extraña.
8-¿Hay alguna habilidad que hayas desarrollado en este tiempo?
-Volví a cosas esenciales de la casa que había dejado de hacer, al no poder contar con la ayuda de Carmen, que es como una segunda mamá que tengo y me da una mano con la casa. Y cómo además cerraron los vestuarios de la tele, me organizo la ropa de los programas en los que laburo; plancho las camisas, los pantalones. Soy muy bueno planchando.
9-¿Qué balance hacés respecto de esta situación excepcional?
-Yo me siento bastante privilegiado porque he sobrevivido a peores plagas en mi vida. Eso no significa subestimar lo qué pasa; pero no me gana el pánico.
10-¿La cuarentena, afianza o deteriora tu relación de pareja?
-Se afianzó. Con Juampi nos dividimos las tareas de la casa. Lo mío es barrer, planchar y lavar los platos son mi especialidad. Cocinar no. Ahí Juanpi, mi novio, es el genio de la casa.