Si algo caracteriza a (35) es su sinceridad para referirse a su vida sin demasiadas vueltas. De visita en Cortá por Lozano, la periodista le contó a Vero Lozano sobre los años que estudió para ser instrumentadora quirúrgica (le quedaron pendientes sólo dos materias) y la charla derivó en la adicción que en el pasado confesó tener al botox, el secreto (a veces evidente a la vista) de las famosas para mantener sus caras siempre jóvenes.
"Hace 2 años que no me pongo botox porque me pasó de verme en una repetición en la tele y me vi un monstruo".
La señal de alarma de Amalia para que deje las inyecciones llegó de ella misma: "Hace 2 años que no me pongo botox porque me pasó de verme en una repetición en la tele y me vi un monstruo", aseguró. "Me vi rígida y dije '¿qué es eso?'. No me estaba dando cuenta la cantidad bótox que me estaba poniendo hasta que me vi", reveló.
Según ella misma había confesado en una nota anterior, . O sea, estuvo inyectándose bótox durante una década. "Ahí dejé de ponerme y hace casi 2 años que no me pongo, por ahora. ¡Por ahora! Seguramente después volveré a ponerme, pero menos que antes. Era un monstruo", agregó Amalia Granata, sin rechazar la posibilidad de que el futuro vuelva a recurrir a esa "ayudita".
Además, la flamante mamá de Roque Squarzon le dedicó una picantísima imitación a , en un juego del ciclo donde se busca que sus invitados se pongan en la piel de otros famosos, y por supuesto no perdió oportunidad para tirarle varios palitos a su enemiga: "Con Martín hacemos unas cosas... yo me disfrazo, le hago todas las cositas que le gustan a él. Le gusta que le ponga cremita por todos lados y que lo unte", lanzó, mientras sacaba cola y fingía un acento sexy, muy a lo Luli. ¡Tremenda!