Increíble pero real. Un cuadro con la sangre de la fallecida cantante Amy Winehouse se vendió el viernes pasado por 56 mil dólares, en una subasta que se llevó a cabo en una famosa galería de arte de Londres.
Sí, leyó bien. El cuadro, llamado Ladylike, fue pintado por el cantante Pete Doherty, su hijo y la fallecida intérprete durante 2010, y utilizaron la técnica denominada salpicadura arterial, que consiste en extraerse sangre con una jeringa y esparcirla sobre el cuadro.
"Aunque no es el cuadro más simbólico de Doherty, se trata de una pieza única. En él queda plasmada una de las relaciones creativas y artísticas más importantes de toda una generación", dijo Rachel Chedley, el responsable de la subasta, en una entrevista con BBC.
La cantante británica, que tenía tan sólo 27 años, murió debido a una ingesta masiva de alcohol, suficiente como para ocasionarle un paro respiratorio, el 23 de julio del año pasado.
Mirá la polémica obra.