Como nunca antes, en esta edición de Gran Hermano juega la gente. Pero no lo hace sólamente a través del voto o las redes sociales. También influye en el ánimo de los participantes con los gritos que salen desde el otro lado del paredón que divide a la casa del "afuera". Y si no pregúntenle a Pamela...
Por eso Ciudad.com fue hasta el lugar y habló con los vecinos, para saber cómo es la vida en la famosa cuadra de los gritos de los fanáticos de GH.
Desde el 12 de diciembre, ya no todo es lo mismo en las cercanías a la casa más famosa del país. La paz que reinaba en esa zona del barrio de Martínez, a pocas cuadras de la avenida Fleming, se ve afectada por los continuos gritos de los fanáticos del reality. “Están todo el tiempo gritando. Son re molestos”, contó una joven vecina con su bebé en brazos.
“Ni en la noche paran, no se puede dormir”, grita una señora, un tanto indignada, a lo lejos, al advertir la presencia de la cámara de este sitio. Hasta los alumnos de la escuela Perito Moreno, ubicada a unos 30 metros, escuchan voces mientras están en el aula. “Estamos en clases y se escuchan gritos desde afuera”, comenta una profesora. Y otra vecina apunta que los ruidos no descansan ni en los días de lluvia.
Pero los fanáticos no sólo se expresan a los gritos. “El otro día eran las cuatro de la mañana y arrancaron con un griterío terrible. Luego se pusieron a tocar bombos y empezaron a gritar por Cristian U. ¡Hasta le pusieron un reggaeton para que escuchara!”, detalló una señora. Increíble pero real.
Los vecinos coinciden en que Cristian U. es el más reclamado por el público. El hombre de Barracas es el centro de los gritos de apoyo... pero también de los insultos. Martín Anchorena lo sigue en apoyo callejero, pero muy a lo lejos. Y entre los más "odiados" aparece Martín Pepa, justamente, por su traición y cambio de bando.
Se acerca el final de Gran Hermano. El domingo 1º de mayo se conocerá al ganador. Uno de los 22 participantes que ingresaron a la casa, festejará el título. Los vecinos de la casa más famosa, también celebrarán. Ese día, la paz volverá al barrio.