El príncipe Harry, un hombre que ya sentó cabeza –como dicen las abuelas-, revivió sus épocas de adolescente descontrolado y fue a un festival de música inglés. Allí estuvieron varias celebrities, entre ellas, la cantante británica Amy Winehouse.
Y, aunque parecería ser una fiesta tranquila, Winehouse dio la nota y protagonizó –como siempre- un escándalo. El tema fue así: la morocha estaba un VIP que no era tan VIP como el tenía de invitado de honor al príncipe; así que agarrate Catalina con el enojo que le sobrevino a la estrella de la música. Además de eso, Winehouse se encaprichó con que quería conocer y saludar a Harry, pero como estaban a gran distancia, ella le empezó a gritar.
“Harry, ¿cómo estás? Sólo quiero saludarte”, le gritaba Amy a Harry una y otra vez, según la prensa inglesa. Una y otra vez, cada vez más fuertes y molestos y sin éxito.
La morocha incomodó al príncipe y a varios de los presentes, como Kate Moss, Gwtneth Paltrow y Beyonce.
Por eso, el príncipe decidió enviar a su equipo de seguridad para “invitar” a Amy Winehouse a irse de la fiesta y ponerle fin al papelón.