Hambre, violencia, desamparo, tristeza, crueldad. Estas son algunas de las palabras que Osvaldo Laport más utilizó para contar en primera persona el horror que día a día viven los refugiados políticos en la Republica Democrática del Congo. Laport aceptó ser embajador de la buena voluntad de ANCUR (la agencia de las Naciones Unidas para los refugiados), y bajo este cargo viajó al corazón de esta realidad que afecta a millones de personas.
Sin caer en el golpe bajo, Laport impuso un relato cargado de sentimientos. Más allá de los dotes actorales del galán, fue indudable que las sensaciones que transmitió en el especial "Un amigo en el infierno" fueron sinceras, verdaderas.
El prime time de Canal 13 cedió su espacio para que todos conozcamos una realidad que está muy presente al otro lado del mundo. Son miles de personas que por cuestiones políticas y guerras civiles tuvieron que huir de sus países para escapar a una muerte cruel e inhumana. Sin patria, sin nada salvo lo puesto, sin alegrías y llenos de tristezas, los africanos le relataron a Laport sus penurias, las injusticias que enfrentan a diario, y la suerte de poder estar vivos pese a todo.
Osvaldo Laport guió el relato, lo vimos conversando con las víctimas, pero también montado a un tanque de la ONU, tomando mate con soldados uruguayos que están allá en una misión de paz y acompañó a 76 refugiados de Ruanda hasta la frontera, en lo que era la vuelta a la patria de estas personas tras 15 años de no pertenecer a ningún lado. Una realidad que todos debemos conocer, para ver cómo, desde nuestro lugar y a miles de kilómetros de distancia, podemos aportar un granito de arena.
Washington Zelada