Las pilas comunes, y en menor medida las recargables, son un gran problema ambiental. Hace pocos días, por ejemplo, se terminó una campaña de recolección de pilas y baterías por parte del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, pero sin que se sepa exactamente lo que se terminará haciendo con ellas, porque en ningún suelo del país parecen querer recibir 10 toneladas de desechos tan contaminantes.
Muchos dispositivos de uso cotidiano, como varios modelos de cámaras digitales, controles remotos, algunos combos de mouse y teclado, radios comparten el uso de pilas que, después de un corto tiempo de uso, van a parar a la basura. La opción de las pilas recargables, que estira su duración en el tiempo aunque tienen menos autonomía, no termina de ser una solución definitiva.
Los fabricantes de dispositivos móviles saben bien que el tema está llegando a un punto crucial: el mundo ya no es capaz de soportar tanta contaminación, por lo que hay que pensar en opciones más ecológicas. Duracell, uno de los principales fabricantes de pilas, acaba de lanzar MyGrid, una forma de cambiar la forma de la alimentación de, por ahora, celulares y reproductores MP3.
Se trata de una base, una especie de tableta en donde es posible colocar varios equipos en forma simultánea para poder recargarlos. Sólo hay que colocarlos sobre la base, sin necesidad de cables (si bien la propia base consta de uno), esperar que la conductividad eléctrica haga lo suyo y luego de un tiempo los dispositivos ya estarán cargados. Se venderá en el mercado estadounidense a unos 80 dólares a partir de octubre.
Es una opción para eliminar tantos cables de alimentación (sólo se utiliza uno), similar a la ofrecida, por ejemplo, por la empresa Powermat .
Este anuncio se suma a las opciones de recarga inalámbrica (como ya utiliza la Palm Pre), que parece ser tendrá por fin un estándar, llamado Qi.
A estos equipos hay que sumar los intentos de incorporar la energía solar como fuente de alimentación y recarga de modelos de celulares, como el modelo Blue Earth, de Samsung .
Hace poco, además, Nokia anunció otra tecnología para la carga de equipos, capaz de absorber la energía electromagnética ambiental, la emitida por los transmisores de Wi-Fi, las antenas de móviles y otro tipo de fuentes para lograr que los equipos sigan funcionando por más tiempo.