Es azafata de "El último pasajero" y tiene algunas participaciones esporádicas en las grabaciones de "Botineras" y el piso de "Animales Sueltos". Sin embargo, antes de su arribo a la tele, Bárbara Luján Franco debió transitar duros momentos.
Durante diez años vivió en la Villa 21, sufriendo necesidades y soportando el amedrentamiento de un padre alcohólico y violento. "Como en casa a veces no alcanzaba para la comida, me mandaban a un comedor comunitario", recuerda la modelo.
Recién cuando tenía once años se mudó a Parque Patricios, pero la relación con su padre empeoró y, luego de escaparse a Paraguay, junto a su madre decidieron denunciarlo y expulsarlo del hogar.
A los 14 años, Barby debió salir a trabajar. Tras haber sido descubierta por un representante, empezó a bailar en el programa de la Tota Santillán.
Hoy día, la exuberante morocha de 19 años trabaja en Telefé y participa de los sketchs de Coco Silly en las noches de América: "Coco es un genio, no como Fantino que se acercó de otra manera y decidí pasar", declaró la modelo.
No obstante, a pesar del lugar que está cosechando en los medios, Bárbara no se olvida de sus orígenes: "Como el Estado no le aporta nada al comedor en el que yo comía, me encantaría hacer algo para ayudarlos".