El fenómeno de El secreto de sus ojos ya cruzó el Atlántico. Ayer, en otro día lluvioso (¿saldrá alguna vez el sol a orillas del Cantábrico?), la película de Juan José Campanella brilló en la gigantesca sala del Kursaal (repleta) y recibió el aplauso más sostenido de la competencia oficial. Y no sólo enrojeció palmas: hizo que, en la conferencia de prensa (de inusuales 45 minutos), los periodistas europeos prologaran cada pregunta cual principiantes o amateurs: con elogios ampulosos.
Escuchen algunos. Con acento italiano: "Es un cine popular con una interesante marca de autor; no es banal, no es superficial..." Con acento español: "Ricardo, tienes todos los boletos para ganar en interpretación masculina. No hay otros actores así..." Con acento británico: "Tiene un humor particularmente argentino, estupendo". Otra vez español: "Es fantástica, bien contada, muy bien interpretada".
Parecen frases publicitarias, ¿no? Esas que suelen ser inventadas o sacadas de contexto de las críticas. La pregunta del enviado de Clarín a Campanella fue si había imaginado todo esto mientras rodaba. "No, al contrario -contestó¿. Siempre pienso que lo que hago va a terminar en desastre. En cine no existe la felicidad sino el alivio. Tenía miedo por los prejuicios: pensaba que la comedia funcionaba mejor que el drama. Nunca imaginé que pasara lo que pasa en la Argentina. También fue muy bien recibida en Toronto, y acá hay sólo buena onda".
La secuencia de la cancha de Huracán generó admiración general. Y los toques humorísticos del filme funcionaron a la perfección con el público del festival. En la conferencia, Darín mantuvo el tono bromista del día anterior, cuando habló por El baile de la Victoria, de Fernando Trueba. "Me gustan más las partes de la película en las que estoy viejo -aclaró, cuando le preguntaron cómo afrontaba el paso del tiempo¿. Por lo tanto, he decidido, ahora sí, que voy a envejecer. Venía resistiéndome. Llegó el momento de dejar de hacerme tantas cirugías".
Más seria (¿quién no lo parece al lado de Darín?), Soledad Villamil dijo: "El secreto genera reacciones infrecuentes. Hay gente que la ve más de una vez y gente que se acerca en la calle para agradecer: toca algo personal. Tiene una combinación muy precisa de entretenimiento, en el buen sentido, y contenido". Al pobre Javier Godino, actor español que tiene un papel breve pero esencial, nadie le dirigió la palabra.
En las húmedas calles donostiarras se ven afiches enormes del filme. También en las carrocerías de los colectivos. La cara seria de Darín observa desde todos lados. El estreno comercial en España será el viernes: un día antes de que se sepan los ganadores de San Sebastián. En cine, nadie tiene nada asegurado. Pero todo indica que El secreto llegó a Europa con buena estrella.«
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