Una de las principales características de un video casero son los movimientos abruptos, provocados por el propio cuerpo al moverse. A menos que se utilice un trípode o una profesional steady cam, las sacudidas, aunque mínimas, serán inevitables.
Sin embargo, un estudio realizado por la Universidad de Wisconsin, Madison, Estados Unidos, y publicado en la prestigiosa revista , permite brindar una solución. Junto con el gigante del software Adobe, crearon una técnica que combina reconstrucción 3D y la ilusión óptica para dar la sensación de estabilidad.
El software en cuestión se llama , y es capaz de reconstruir el recorrido de la cámara a través del entorno, calcula las distancias en forma tridimensional y aplica un ajuste específico a través de cada uno de los fotogramas. Así, crea lo que hubiese visto la cámara de permanecer estable.
Si bien la distorsión es evidente cuando se ven los cuadros en forma individual, el truco de esto es que cuando se reproducen en secuencia, el cerebro piensa que esta viendo una serie de imágenes captadas en forma estable por todo el espacio filmado.
O sea, la idea es engañar al ojo a través de reemplazar imágenes que parecen estables cuando en realidad no lo son.
Ya existían técnicas de estabilización para imágenes en 2D, que incluso las traen las propias videocámaras, y permiten reducir el efecto de movimiento de la cámara. Pero no son capaces de evitar el movimiento que se produce en el espacio tridimensional.
Sin embargo, es pronto para cantar victoria. El trabajo con cada cuadro tiene como efecto no deseado el hecho de que los movimientos de personas u objetos que pasan velozmente por al lado de la imagen principal se vean como fantasmas. Además, los márgenes del video original tampoco se aprecian.
Para corregir esos detalles y sacar la tecnología a la luz, los investigadores creen que falta todavía algún tiempo, tal vez 2 o 3 años.