Está dando muy buenos resultados el que marca la correcta distancia en los tiros libres. Pasó de largo, parece, la que se planteó en el arranque, cuando los protagonistas _todos: árbitros, jugadores, técnicos e incluso dirigentes_ dudaban sobre su aplicación. Hoy, la verdad es una: se respetan mucho más los metros entre el ejecutante y la barrera, lo que aumentó la efectividad en los disparos de pelota parada. Todo un síntoma, sin dudas, de que la tecnología, bien utilizada, puede ser muy redituable para el fútbol.
Según estadísticas preliminares, en estas primeras 10 fechas del cada posibilidad de tiro libre es "medio gol", como se dice comúnmente en el mundo de la pelota. Muchas son los ejemplos de esta afirmación. Gallardo, en el último Superclásico, , desde un tiro libre frontal que se realizó después de que el árbitro Bassi midiera detalladamente los pasos de la barrera.
La contratara ocurre en el fútbol europeo. Sobre todo en , donde no se respeta absolutamente nada y es casi imposible que los futbolistas puedan atravesar el obstáculo que se le plantea en camino al arco.
Varios dirigentes de distintas ligas sudamericanas vienen siguiendo con atención "el experimento argentino" y no descartan exportarlo. Luis Bedoya Giraldo, presidente de la Federación colombiana, y Harold Mayne Nicholls, mandamás de la Federación chilena, ya le pidieron consejo a Julio Grondona.