Gustos son gustos , dice el dicho. Y sino que lo diga Cristiano Ronaldo, el mejor jugador del mundo. El tipo, amante como pocos de la buena vida y fundamentalmente de la alta velocidad, a principios de año de aquellos, justo cuando iba a un entrenamiento del Manchester United. La Ferrari 599 GTB, valuada en 300 mil euros, quedó patas para arriba, a sólo dos días de haber salido de la concesionaria.
Por suerte, al portugués no le pasó nada. Pero desde ese día se puso a buscar un nuevo chiche. Hasta que, después de tanto husmear por la Web y escuchar millones de sugerencias, dio en la tecla con un modelito de colección. Lindo, chiquito, impactante. Negro brillante. Se trata, según cuenta la edición online de , de un Koenigsegg CCX (Coupé de Competición X), que "vuela" a 400 kilómetros por hora y se consigue (ahí no hay cuotas, plan canje ni cosa parecida) por una migaja de 540 mil euros.