Está claro que las manipulaciones digitales de las fotografías benefician a modelos, artistas y hasta políticos. Es que rejuvenecer la figura, al menos en una imagen, ya no cuesta nada.
Pero una cosa es sacarse alguna arruga, borrarse las ojeras o depurar alguna desprolijidad en la piel y otra, muy extrema, es cambiar rotundamente la apariencia al punto de quedar irreconocible.
La foto que ven arriba es, por si todavía no la reconocieron, Britney Spears, sí, la mismísima estrella del pop publicará esas fotos en el booklet de su nuevo disco "Circus".
Se puede comprender que tuvo 2 hijos, que sus redadas judiciales perjudicaron un poco su imagen, pero ¿no será mucho?. Es que ya la conocemos tanto que no parece necesario tanto Photoshop.