Algunas películas se encargaron de retratar amores obsesivos pero seguramente ninguna lo haya hecho tan magistralmente como "Atracción Fatal". En esa historia, veíamos como el amor puede tornarse patológico y enfermizo, a punto tal de terminar destruyendo la vida de cualquiera sus protagonistas.
Pero más allá del cine, la vida real no tiene nada que envidiar a este tipo de situaciones. Un ejemplo entre miles es el de Jimena, quien se separó de su pareja hace más de un año. El problema fue que él nunca pudo aceptarlo, convirtiéndose en un hostil cazador para ella.
"Al principio las cosas estaban bien, creí que ambos estábamos de acuerdo con la separación, pero cuando pasaron los meses y no volví corriendo a sus brazos, empezó su persecución", cuenta Jimena y agrega que "cada vez que salía de casa, estaba escondido en la esquina, me llamaba a cualquier hora, no respetaba nada. Tuve mucho miedo porque llegó a pasar límites totalmente impensados, se volvió loco".
Pero, ¿por qué pasa esto? ¿Hay personas más tendientes a caer en este tipo de obsesión?
El concepto de amante apasionado que no es capaz de aceptar la ruptura y hace lo imposible para mantener una relación con su ex pareja, es muy conocido. En algunos casos, uno de los dos se ve aparentemente sorprendido por la separación y de esta forma elude la realidad y se engaña a sí mismo por no poder aceptar que la relación llegó a un fin.
Posiblemente sean las personas más dependientes y apegadas, con poca tolerancia a las frustraciones, quienes se vean en este tipo de situaciones. En muchos casos, no es el sentimiento amoroso el que los mueve a mantener el vínculo: el amor ya pasó a un segundo plano para dar lugar al enganche, desde el plano enfermizo.
Así, quien se obsesiona con su ex, intenta que la vida de ambos siga igual, se niega a aceptar el cambio, conocer a otras personas y por ende, dejar que el otro también lo haga.
Cuando los dos se envuelven en un amor obsesivo, por más que hayan cortado con la relación, siguen atados a ella desde cualquier punto, bajo cualquier excusa, mientras el tiempo va pasando y la pareja se convierte en algo destructivo para ambos. Estos vínculos suelen ser patológicos y bastante tormentosos.
Aferrados al pasado, quedaron encastrados en un juego del cual solo podrán salir cuando al menos uno de ellos logre apartarse y sortear ese laberinto sin salida al que viró la relación.
Y vos, ¿conociste algún amor obsesivo? ¿Te obsesionaste alguna vez por alguien?
¡Contanos tu experiencia!