Para los que al llegar el fin de semana tienen ganas de hacer algo distinto y divertido, pero no saben qué, les recomendamos desde aquí ir a ver a Favio Posca. Su nuevo unipersonal "Los quiero muchísssimo", de jueves a sábados en el Paseo La Plaza (Av. Corrientes 1660) les garantiza dos horas y cuarto de risa salvaje. A tal punto que se irán de la sala con la panza sensible de tanto reírse. Eso sí, ¡pudorosos abstenerse! El primer personaje que abre el show comienza hablando de felatios de todo tipo, modos y lugares. De hecho, la gacetilla advierte que: " Este show tiene contenidos sexuales, lenguaje obsceno, orientado a personas mayores de 18 años. Si es menor o los contenidos eróticos le resultan ofensivos, es mejor que se abstenga de asistir".
Por el escenario desfilan sus famosos y celebrados personajes como el abogado cocainómano; Angelito, el proxeneta también cocainómano; El Perro, otro adicto que en circunstancias sexuales dudosas quedó con un brazo tullido; la travesti Mirsha experta en felatios, Culo, el personaje que posca personifica con su propio trasero y el querido y tierno Pitito, un paciente del Borda que asegura tener enanitos en su cabeza que le hablan y le dicen qué hacer.
El título del show pertenece a una de las frases de cabecera de este último personaje, con el que también se presentó varias veces en el living de Susana Giménez. Aunque sus monólogos parecen tener mucho de espontaneidad por la frescura con que interpreta a sus personajes, Posca cuenta que están todos guionados, "sino lo hiciera así me colgaría cuatro, cinco horas en el escenario", comenta riendo.
El mismo se encarga de escribir los monólogos, elegir el vestuario, armar la puesta en escena y componer las canciones y videoclips que sirven de separadores para pasar de un personaje a otro. "Los quiero muchísssimo" es su sexto unipersonal. "El perro que los parió", "Mamá está presa", "Boster Kirlok", "Lagarto blanco" y "Alita de Posca" fueron los anteriores.
Posca es todo menos un improvisado. Estudió danza clásica, clown, acrobacia y teatro. " Por más talentoso que seas, si no tenés estudio es muy difícil. Sino, es como tener un auto increíble sin saber manejarlo", le dijo a Clarín en una entrevista, donde confesó que es su mujer la persona con la que chequea sus ideas y monólogos: "Ella me baja a la realidad toda la locura creativa y me ayuda a plasmarla", concluye Favio.