Por Mariano Man, desde Israel. Especial para Ciudad.com
Sonó "Hello Goodbye" y las más de 40.000 personas que se encuentran en el Parque Hayarkon de Tel Aviv hicieron realidad el sueño de miles de israelíes: ver en vivo a Paul McCartney.
Casi sin dar respiro, el ex Beatle tocó "Jet," de los Wings y al terminar el tema deseó un "shaná tová" (feliz año nuevo) dando ya aires míticos al show de rock más esperado de la historia del país luego de que el Gobierno de Levi Eshkol prohibiera en 1965 al los "Fab Four" presentarse en Israel por "incitar a la juventud a corromperse".
Enseguida cantó "Drive my car", una paradoja a los inconvenientes de tráfico que el recital le causó esta tarde a la ciudad, con embotellamientos de hora y media y extremas medidas de seguridad.
"Tengo la sensación de que nos vamos a divertir esta noche", dijo Paul ante la hechizada audiencia. Y ahí nomás soltó "All my Loving". Y las decenas de carteles y pancartas de los fans con leyendas como "Gracias por la música" e "Israel ama a Paul McCartney" comenzaron colorear la marea de fanáticos.
Padres con hijos, abuelos con nietos. Ese es el público que cantó "Blackbird" de punta a punta y que se emocionó cuando Paul interpretó "Something" , tema clásico de George Harrison a quien dedicó el primer gran momento sensible de la noche.
Como los Beatles eran cuatro y Ringo Starr sigue vivo, McCartney tenía que citar a John Lennon. Y así lo hizo tocando "Give Peace a Chance", nada más alegórico con respecto al conflicto palestino-israelí. Se sucedieron "Band of the run", "Back in the USSR", "I got a feeling" y "Live and let die" con sus clásicos fuegos artificiales.
Ningún otro artista de su tamaño "abusó" del hebreo cómo él. En el show habló mucho con el público. "Todá" (gracias) y "Shalom" (hola, paz) fueron una constante pero el uso más simpático fue cuando invitó a la audiencia a cantar "Ahalan Jude" (Hey Jude, en árabe). A los musulmanes les deseó un "buen Ramadán".
Ya en el piano, Paul cantó y tocó "Let it be" y "Lady Madonna" y luego hizo saltar a todos con una potente versión de "Get Back" . De inmediato aprovechó el calor generado y siguió con "I saw her standing there" . Y se fue.
El ensordecedor eco de los aplausos más el acostumbrado regreso para los bises lo hizo volver y tocar "Yesterday" y cuando parecía que agradecía para irse, "Sgt. Pepper" sacudió a los presentes, cansados por todo el trajín, la emoción y el tremendo espectáculo del "Beatle lindo".
"Shalom Tel Aviv, nos veremos", saludó y esperanzó a un público escéptico de visitas de nivel. "¿No se quieren ir a dormir?", preguntó. "¡Noooooooooooooo", escuchó del monstruo afónico de miles de gargantas. Pero todo terminó ahí. Bien. Justo. Y comenzó la desconcentración y sus consecuencias. Sólo le hubiera faltado cantar, sintonizando con el fin, "Anochecer de un día agitado". Pero esa la cantaba John.