El jueves 18 arranca la cuarta edición de Diversa, el festival internacional de cine gay/lésbico/trans de la Argentina, organizado por Prisma, Asociación Civil por la Diversidad. Las funciones, que continuarán hasta el día 24, se llevarán a cabo en los cines Hoyts del Abasto y el Cine Gaumont. Habrá, también, una galería de arte en Te Mataré Ramirez (Gorriti 5054), donde expondrán los artistas Daniel Acosta, Nicolás Dorosz, Leandro Allochis, Vanesa Márquez y Natalia Martínez.
En esta edición, Diversa cuenta con producciones de Alemania, Argentina, Brasil, España, Estados Unidos, Francia, Holanda, India, Italia, Panamá, Suecia y Suiza. Entre tal variedad, Gabriela Waisman, la organizadora, explica: "Nos interesó que las películas tuvieran calidad cinematográfica, impacto emocional y aporte. Tratamos de que se vean cosas que no sean comunes ni clichés, nos queremos correr un poco del sexo, porque la sexualidad tiene que ver más con la forma de vivir que con el sexo".
Todo, bien ATP: "La idea siempre es invitar a todo tipo de público", explica Gabriela. "Por un lado, la comunidad gay tiene este espacio para verse reflejada. Por otro, la gente que no es gay puede venir a conocer estas otras realidades que también existen, para que las conozcan, porque el desconocimiento genera prejuicios". En la grilla habrá largometrajes de ficción y documentales, la retrospectiva Da Sodoma a Hollywood (del Festival de Cine Gay Lésbico de Turín, uno de los más importantes del mundo), un apartado de películas francesas y alemanas auspiciado por la Embajada de Francia y el Goethe Institut y una sección de cortometrajes.
Este año volverá a ser el público el que vote al Mejor Largometraje, al Mejor Documental y al Mejor Corto del festival, cuyo padrino es, por segundo año consecutivo, Ronnie Arias ("Él nos apoya porque le interesa el tema, aunque todavía no pudo ver las películas. Es nuestro padrino comunicacional", a decir de Gabriela).
¿Qué hay para ver? Una posible lista de recomendados podría incluir Un amor que ocultar, de Christian Faure, que sitúa la trama en la Francia ocupada de los 40; Unveiled, de Angelica Maccarone, donde una mujer iraní abandona su país debido a su condición sexual y pide asilo político en Alemania, para terminar haciéndose pasar por hombre; Paternal Instinct, sobre una pareja gay que busca un vientre en alquiler; Todas esas cosas, de la argentina Paula de Luque, una mirada histórica acerca de la construcción de la identidad sexual desde Grecia y Roma hasta la actualidad; o Sum Total, de Sonali Gulati, un corto indio en el que una chica pone un aviso en el diario para casarse... con otra.
En el festival hay películas de todo el mundo. ¿Cómo se trata el tema gay en cada región?
Cada lugar en sí mismo es otro mundo, con el tema gay en estados diferentes. En el caso de la India, todavía hay una lucha que trasciende la temática gay lésbica, que tiene que ver con la lucha de la mujer y que es muy importante. Tienen que romper todavía con muchísimas estructuras. El tema de una lesbiana dentro de esa sociedad todavía es impensable. Hay otros lugares donde el tema ya es uno más y la problemática ya es más compleja.
¿Y qué se ve acá en Argentina?
Es similar a lo que pasa a nivel macro, depende a dónde vayas. Buenos Aires está muy abierto con el tema, pero tenemos planeado en diciembre ir a Santa Cruz a recorrer tres pueblos de cinco mil habitantes cada uno, donde no sólo no se habló nunca del tema gay, sino que tampoco llegó nunca un festival de cine.