Poder presenciar el último ensayo de una banda próxima a presentar disco nuevo, no es un priviliegio que muchas de ellas otorguen. Se sabe que la intimidad y coyuntura son siempre distintas y varían según el perfil del grupo. Podemos afirmar: Otros Aires es una de esas que hace sentir al invitado como uno más. Tal vez sea ese dejo de barrio propio del tango, pero la nota es relajada y casi que tocan para el entrevistador. -"¿Querés que toquemos lo vino ?", preguntan. Yo, accedo.
Influenciado en principio por las corrientes denominadas "mestizaje" (bien barcelonés) y "electrotango", este proyecto surge en Barcelona en el 2003, de la mano del músico y arquitecto Miguel Di Genova. Con un espectáculo audiovisual de corte historicista, fusionan la estética porteña de principios del siglo pasado (el tango, el barrio, la inmigración, Gardel, la milonga y las orquestas típicas) con una gran variedad de estilos relacionados a la electrónica. El viernes estrenan su segunda criatura (llamada Dos ), que es el preludio de una gira por en junio y julio, donde los espera Holanda, Austria, Alemania, Italia y Francia, entre otros países. Despues de las canciones (ver videos) Di Génova y compañía respondieron amablemente.
- ¿Cómo es eso del tango arqueológico-electrónico?
- El proyecto empezó un poco rastreando los orígenes del tango y las grabaciones más antiguas que se oyen bien. A partir de eso se empezó a realizar un proyecto que empezó a crecer en otra dirección. El primer disco es un poco este concepto de arqueología del tango mezclada con nuevas tecnologías. Digamos que ahora se podría decir que empezamos a abarcar casi todas las etapas del tango, desde los orígenes con los sonidos iniciales fusionedos con la electrónica, hasta Piazzolla. Mucha gente dentro del tango electrónico parte desde Piazolla, nosotros partimos desde el inicio, abarcando casi todo.
- Electrotango... ¿Hay mucho ladri dando vueltas con el género?
- Lo que pasa es que hay mucha gente que se manda a hacerlo sin mucho conocimiento de la cosa. Pero no hay muchos proyectos que funcionan, hay 10 que venden discos o tienen éxito. Hay muchos que hacían otra cosa y se mandan. No es que esté mal cambiar de género, pero sí no interiorizarte un poco en las raíces del tango por un lado, gente que pone un bandoneón arriba de una secuencia y dice que es tango electrónico, es el caso más típico. También están los que vienen del tango y le pone una batería electrónica: no maneja los géneros de la electrónica y se mandan a hacer tango electrónico. No quiere decir que todo el mundo dentro de una banda tenga que saber todo de tango y todo de electrónica, pero aunque dentro del proyecto que haya gente que maneje las dos cosas.
- ¿Tienen preparado alguna sorpresa para el viernes?
- Sí, va a estar un poco cambiado el show audiovisual que hacemos. Interactúa bastante entre lo que pasa en la banda y la pantalla gigante. Va a haber bailarines de tango, de hip hop y sí, va a ser un show interesante en cuanto a la puesta en escena.
- ¿Lo peor y lo mejor de ser músico?
- Lo mejor es que es algo lúdico, divertido, no es trabajo forzado. Vos estás poniendo tu creatividad y te ponés en juego. Lo peor también pude ser eso, que al ponerte en juego, cuando alguien critica lo que hacés uno lo toma como personal. Si viene mal parido el asunto, es una agresión, porque vos sos eso: sos lo que tocás. La música no es muy dialectizable, hay que tocar.
- ¿Qué diferencias marcadas hay entre el primer disco y dos ?
- El primero es por ahí una plataforma más de experimentación desde la electrónica hacia el tango y el segundo más de la tango hacia la electrónica. En líneas generales se podría decir eso. En el primero yo (Miguel) me juntaba con algunos músicos, después lo editaba con una decisión más unidireccional. El segundo con otra formación y la banda más sólida con giras encima lo hicimos en grupo, hay arreglos más finos y un avance en el grueso de la composición: es más musical. El otro disco está más emparentado con la forma de trabajo de la gente de música electrónica.