Un humor afiladísimo más edición dinámica y una impronta única dan como resultado que Luli Ofman haya logrado algo que parecía imposible: que los jóvenes escuchen sobre política… ¡y se rían en el intento!
Con apenas 26 años, Luli es politóloga recibida en la UBA, trabaja en TN para la televisión y sus redes y también para su propio TikTok. Produce sus videos virales que mezclan actualidad, sátira, cultura pop y mucho ingenio.
En esta charla con Ciudad, habla de sus comienzos, sus frases pegadizas y reconoce estar en busca del amor: “Me quiero enamorar”.
—Sos politóloga y profesora de danzas, buena combinación.
—Sí, soy Licenciada en Ciencia Política de la UBA. Me recibí en 2022, en la sede de Sociales, acá a un par de cuadras del canal.
—¿Qué se te dio por estudiar esa carrera?
—Siempre me gustó la historia, la política, lo social. Desde chiquita ya me apasionaba. Al mismo tiempo tomaba clases de danza desde los 4 años. Siempre tuve ese mix entre lo artístico y lo político.
“‘Con la tuya contribuyente’ es un poco como ‘di lo tuyo, Bart’. Pegó y me encanta”.
—Tenés un estilo descontracturado para comunicar política.
—Sí, totalmente. Me gusta lo informal, lo espontáneo. No me identifico con el formato clásico del análisis político serio. Pero eso no quiere decir que no me forme: chequeo todo mil veces antes de publicar. Solo que busco un lenguaje más coloquial, más cercano.
—¿Y eso a qué responde?
—Quiero que el contenido le llegue a todos, a gente de mi edad y también más grandes. A veces uso frases de películas, de autores que me gustan, de series... Busco que sea entendible y ameno. Me parece que la política no tiene por qué ser aburrida ni distante.
—¿Cómo eras de chica? ¿Ya te interesaba la política?
—Sí, pero también era fan de Floricienta, amaba las series de Cris Morena. Siempre convivieron esas dos cosas en mí. La política me atrapaba desde un lugar ciudadano, no militante. Y con mi papá compartíamos esa pasión: los domingos íbamos a desayunar y leíamos el diario juntos, sobre todo las columnas de Alejandro Borensztein. Era uno de nuestros mejores planes.
—¿Y tu hermano también se sumaba a esos debates?
—Mi hermano es abogado, le gusta mucho la política también, pero ese ritual era más con mi papá. Igual en casa siempre se habló de política, desde un lugar crítico, no partidario.
—¿Cuándo supiste que querías estudiar Ciencia Política?
—Ya en quinto año del colegio lo tenía claro. Mis materias favoritas siempre eran historia, filosofía, sociales. Vi el plan de la UBA y Ciencia Política era lo que más me cerraba. Era eso o Derecho, pero ya había un abogado en casa y la pasión pudo más.
—En la secundaria ya eras de debatir temas políticos?
—Sí, con mis compañeros y profesores. Arranqué el secundario en 2012, justo cuando explotaba Periodismo para Todos. Los lunes se hablaba de eso. Me impactaba ver el nivel de corrupción que mostraban. Necesitaba entender por qué pasaban esas cosas.
—¿Cómo fue tu experiencia en la UBA?
—Fue buenísima. Tuve profesores de todas las ideologías, siempre abiertos al debate. Perdí un mes de clases por una toma, que fue medio bizarra (me acuerdo de llegar a las 7 de la mañana y encontrarme con gente durmiendo en colchones). Pero lo tomás como algo normal. Me rompí el lomo estudiando y lo disfruté mucho.
—¿Ya dabas clases de danza mientras estudiabas?
—Sí, terminé el profesorado en 2016, cuando egresé del colegio. Durante la carrera en la UBA daba clases, pero en algún momento tuve que elegir. Y fue la política.
—¿Cómo arrancaste con los videos en redes?
—En pandemia. Tenía tiempo libre y estaba el boom de TikTok. Primero hice lo que hacían todos: bailes, trends, música. Pero después dije: “¿por qué no hablar de política?”. Siempre quise estar en un canal de televisión, pero lo veía muy lejano. Así que me armé mi propio segmento en redes. Como dice el dicho, si la montaña no va a Mahoma…
—¿Lo hacías como hobby o con alguna expectativa?
—Totalmente como hobby. Mientras cocinaba, pensaba los contenidos. Grababa con una cajita de té, el celular apoyado en el acolchado. Sin trípode (¡todavía no tengo!). Me gusta lo artesanal, lo casero. Eso también forma parte de mi estilo.
—¿Cómo pasaste del tono serio a lo humorístico?
—Al principio era más informativo. Pero como el contexto era tan duro, empecé a meter apodos, frases, cosas que relajaran. Y a la gente le gustó. Me decían que lo siguiera haciendo. Y lo disfruto mucho.
—¿Sentís que encontraste tu lugar?
—Sí. Y sin dejar de ser profesional, me encanta poder mezclar humor, actualidad y política. No lo tomo como una obligación, lo hago con gusto. Pero sí creo en la constancia, en subir contenido, en ser original. Y sobre todo en transmitir que no necesitás nada más que un celular y ganas para empezar.
“De chiquita me fascinaba la política, pero también era fan de las series de Cris Morena. Con mi papá nuestro plan era salir a desayunar los domingos y leer juntos las columnas de Alejandro Borensztein en Clarín”.
—¿Cómo fue el salto a los medios tradicionales?
—Estaba yendo con mi familia de vacaciones en el auto, durmiendo, y empiezan a hablar de mí en Radio Rivadavia. Mi mamá empezó a gritar: “¡Luciana, Luciana, despertate!”. Me despierté sobresaltada, pensando que habíamos chocado. ¡Pero estaban hablando de mí! Fue la primera vez que aparecí en un medio tradicional. Era el programa de Fernando Carnota. Estaban pasando un audio de uno de mis videos. Después, Carnota me empezó a seguir en Instagram, entramos en contacto y empecé a pasarle audios. Y cuando hice un video sobre el ataque al despacho de Cristina en el Congreso, se viralizó mucho, sobre todo en Twitter. Al día siguiente me llamaron de Infobae, también María Laura Santillán, Feinmann, Majul… Fue una semana de locura. Estuve hasta en el pase que hacían Feinmann y Lanata en Radio Mitre.
—¿Después de ese raid mediático qué pasó?
—Seguí haciendo videos como siempre y empecé a trabajar con Carnota haciendo resúmenes semanales. Y al tiempo me contacta Pablo Codevilla, de Artear. Nos reunimos con los directores de TN y surgió la idea de tenerme en pantalla. Así nació Argentina Polenta, mi segmento.
—¿Y el nombre quién lo eligió?
—Se charló con los directores y quedó. Me encantó. Argentina Polenta es como lo que hacía en redes pero con producción. Le metemos mucha edición, exteriores, ideas nuevas. Yo pienso los guiones, el vestuario, los lugares para grabar. Y tengo un equipo increíble: Rosy en vestuario, los chicos de cámara, edición… Me siento en Disney. Acá hay de todo. Me ayudan a que las ideas cobren vida.
—¿Cómo llevás esta explosión de popularidad?
—Cuando arranqué en TN fue un antes y un después. Al principio fue abrumador, con lo bueno y lo malo. Pero ya me curtí. Trato de no darle bola a lo negativo. Por suerte, toco madera, en la calle me tratan con mucho cariño. Me saludan, me abrazan como si fuera la hija o la nieta. Eso me llena el alma.
—Y la frase “con la tuya, contribuyente”, ¿cómo nació?
—En casa. Pensando en una frase que resuma todo esto de que los políticos usan nuestra plata, de todos los partidos. Algunos dicen “con la nuestra”, pero yo empecé a decir “con la tuya, contribuyente”. Y pegó. Esa es la magia de las redes. Es un poco como “di lo tuyo Bart”. Y me encanta.
—No renegás de esa frase.
—No, al contrario. Agradezco que es tuya, eso es espectacular. Después tuve otras frases también, pero la que más pegó fue esa.
—¿Estás buscando otra constantemente?
—Sí, frases que capaz voy repitiendo y viendo.
—Y apodos que inventaste también. ¿Cuál es el que más te gusta?
—“Reina Polenta” (Cristina Fernández). Pero constantemente voy cambiando, ahora en vez de “Reina Polenta” es “Rea Polenta”. No sé, Alberto (Fernández) al principio era “Chirolita”, después pasó a ser “La Antorcha”. En su momento Malena Galmarini fue “La Sirenita de aguas cloacales”. Y así con todos.
“Me contactó Pablo Codevilla, de Artear. Nos reunimos con los directores de TN y surgió la idea de tenerme en pantalla. Así nació Argentina Polenta, mi segmento”.
—Mezclás bastante los dos mundos que te apasionan: la política y el espectáculo.
—Sí, a Lilia Lemoine le decía “la Harley Quinn de la política", por ejemplo. Porque a todos les veo como personajes, los relaciono con actitudes de figuras de películas o series.
Luli Ofman, por fuera de las cámaras
—¿Qué hacés en tu vida, más allá de los videos?
—Últimamente ya no tengo tanta vida social. Me dedico mucho a escribir y al trabajo. Pero sí, los fines de semana me dedico a hacer videos para mi cuenta personal. Me gusta salir, ir al teatro, al cine, con amigos, ir a merendar.
—¿Qué dice esa gente de Luli famosa?
—Sigo siendo la misma. Pero cuando voy a un lugar y me reconocen, les encanta. Y ni hablar si a veces consigo entradas para recitales o para el teatro, eso está buenísimo. Mi familia y amigos siempre me acompañan y siento su apoyo en las buenas y en las malas.
—¿Alguna mala que hayas tenido que enfrentar?
—Sí, me pasó de estresarme y preguntarme cómo voy a hacer todo esto, pero dura un día y pasa. Por suerte siempre están ahí mis amigos y familia para bancarme.
—¿Y a nivel levante cómo venimos? ¿Hay más mensajes?
—Sí. No tuve mucha suerte en el amor por ahora, pero me quiero enamorar. Estoy abierta al amor.
—¿Qué buscás?
—Compromiso, relaciones serias. No chongos. Ya pasó esa etapa.
—¿Tenés a alguien en la mira o estás abierta?
—No busco, si sucede, sucede. Cuanto más buscás, menos llega.
—¿Aceptarías salir con alguien que te escribe por Instagram?
—Sí, claro, obviamente primero tiene que haber una conversación.
—¿Y te gustaría que sea un poco de tu palo, que le interese la política?
—No me importa, que sea buena persona.
“Estoy abierta al amor. No busco chongos, quiero una relación seria”.
—¿Algún famoso te escribió?
—Sí, pero no vamos a decir quién.
Las reacciones en las redes
—¿Recibiste algún apriete o amenaza política?
—No, nada. Solo comentarios positivos. Soy dura y picante, pero siempre con humor. Pego a todos los políticos por igual, y eso me da libertad.
—¿Te sentarías a tomar un café con algún político para debatir?
—Sí, me gustaría hacerles entrevistas a Cristina, a Milei, a todos. No sé si todos se animarían, pero me gustaría.
—¿Qué se viene para el futuro? ¿Con qué soñás?
—Ya lo que soñé lo estoy cumpliendo. Estar en un canal tan importante como TN lo agradezco y disfruto. También hago un segmento de humor político en el noticiero. Me encantaría tener mi propio programa, un late night político con humor, baile, musicales. También me gustaría estar en teatro, quizá un unipersonal. Quiero seguir creciendo y haciendo lo que amo.