La gira de Diego Armando Maradona (54) por el reino de Jordania, como parte de la campaña para que el príncipe Ali bin Al-Hussein se convierta en el próximo presidente de la FIFA, tuvo un momento sagrado. El Diez y Rocío Oliva (24) visitaron la ciudad de Petra y se acercaron al Monte Nebo, donde fueron bautizados por un sacerdote local.
El sacramento tuvo un significado muy especial, ya que Maradona y su joven novia fueron bendecidos por las aguas del río Jordán, el mismo que la Biblia indica como el lugar del bautismo del propio Jesús. Diego estuvo acompañado por su abogado, Matías Morla, y varios testigos que se alegraron de conocer al artífice de la mano de Dios.
La trascendental decisión de Diego Maradona se produjo dos semanas después de que mantuviera un encuentro con el Papa Francisco, y antes de que se concrete un nuevo partido por la paz, por el que tendrá otra audiencia con el Sumo Pontífice. Como si fuera poco, Diego reafirmó sus deseos de volver a pasar por el altar y consagrarse en matrimonio junto a Rocío Oliva, quizá aprovechando que ahora está libre pecado.