"Recuerdo que mojé una toalla en el hielo, se la apoyé en la cara y no tuvo ninguna reacción. Ahí ya sentí que estaba muerto".
Aquel 4 de enero de 2000 quedó grabado a fuego en el inconsciente colectivo de millones de argentinos. La tranquilidad y el sopor del último verano del milenio se quebró con una noticia que puso en vilo al mundo entero. Diego Maradona había sido internado de urgencia en el sanatorio Cantegril de Punta del Este y se encontraba en coma debido a una sobredosis de cocaína.
A casi 15 años, Guillermo Coppola evocó en Intrusos los detalles de aquel fatídico día en el que Maradona estuvo cerca de la muerte. “Recuerdo ese momento, fue terrible. Fui hasta la cabaña en la que estaba Diego porque uno de los chicos me había dicho que lo había sentado en la cama y me quedó eso. Espío por la ventana y me llamó la atención, estaba muy hinchado. Le hablo, medio que se vuelca. Me desesperé, no soy un tipo muy valiente para esas situaciones. Recuerdo que mojé una toalla en el hielo de una heladerita, se la apoyé en la cara y no tuvo ninguna reacción. Ahí ya sentí que estaba muerto, se cayó para atrás, salí corriendo, desperté a los chicos”, relató el empresario.
"Durante dos días no había reacción. Los médicos te hablaban crudamente. Hasta que una noche, se abre la puerta y aparece un tipo lleno de cables. Era Diego, y me dice: 'Guille, tirame un bife con huevos fritos y papas fritas y sacame de acá. ¿Dónde estoy?".
“Empezamos a llamar médicos y nadie quiso venir porque era Maradona. Entonces llamamos a una guardia y vino un médico de una salita de La Barra de Maldonado. Primera guardia, primer paciente, recién recibido de médico. ¡Mirá vos cómo debutó el pibe éste! Lo subimos en una camioneta, no teníamos nafta y paro en la estación de servicio porque si no, no llegábamos. Así fuimos al Cantegril con Diego… muerto. Muerto. Fue el presidente (N. de la R: Carlos Menem ya no era el primer mandatario), Constancio Vigil también. Estaba liquidado. En la sala contigua estaba Claudia (Villafañe) y había venido Doña Tota”, continuó.
Sobre el final, Coppola reveló que gran parte del entorno de Diego se preparaba para el peor pronóstico y la increíble primera frase que dijo Maradona al salir del estado de coma. “Diego dos días sin… todos hablando, no te digo de dónde se iba a velarlo, pero ahí. No había reacción. Por eso digo que Diego es diferente a nosotros, porque los médicos venían y te hablaban crudamente, no había reacción. Y a las 11 de la noche, se abre la puerta y aparece un tipo lleno de cables. ‘Guille, tirame un bife de chorizo con huevo frito y papas fritas y sacame de acá. ¿Dónde estoy?’”, concluyó Guillermo, con una sonrisa ante la ocurrente frase del extécnico de la Selección.