Quienes conocen de cerca a Luis Miguel (44) o lo han visto en varias oportunidades en sus shows saben que es un gran perfeccionista en su trabajo. Desde los 12 años, el mexicano ha ido forjando una exitosísima carrera a base de un arduo esfuerzo y una constante labor que lo llevaron a la cima del mundo de la canción.
Luismi es ídolo absoluto a nivel latinoamericano desde hace más de 30 años y eso hace que cada vez que emprende una gira, los estadios se llenen y las presentaciones sean numerosas. En este caso, el cantante completó sus cuatro shows en Buenos Aires (sigue con sus recitales a lo largo del país), pero el domingo tuvo una accidentada performance.
Como ya ha ocurrido en otros momentos, Luis Miguel se puso "quisquilloso" porque el sonido del lugar no era el ideal, al menos desde su minuciosa óptica. Por momentos él sentía que su voz o la banda de sonido no estaban sonando como deberían y cortó por lo sano: en dos oportunidades paró el show y se fue del escenario, entre reclamos a un técnico y su propio malestar.
Algunos fans se enojaron con las decisiones del artista y fueron relatando en las redes sociales lo que ocurría. Además, otros subieron videos de lo ocurrido a (ver en esta nota) donde se ve plasmado que en medio del clásico Suave, Luismi se pone de espaldas y luego se retira del escenario.
Sobre el final del concierto, todo se fue templando y aparecieron las sonrisas y la emoción. Luis Miguel pudo relajarse y su público, disfrutar del show.
El astro mexicano se quedará por unos días más en nuestro país, ya que se presentará el 29 en Córdoba, el 4 de noviembre en Tucumán y el 6, en Salta.