El video que acompaña esta nota demuestra que no hay peor crítico que uno mismo. En él se ve un genial experimento para demostrarles a las mujeres la imagen distorsionada que tienen de sí mismas, hablando de su aspecto.
Sketches se llama este proyecto para el que fue llamado el artista forense Gil Zamora, quien trabajó para el departamento de policía del FMI de San José entre 1995 y 2011.
La interesante campaña realizada por la marca Dove muestra a distintas mujeres llegando a un estudio y sentándose en un sillón, separadas del artista por una cortina, quién sólo con algunas preguntas sobre su fisonomía y detalles específicos de sus rostros, realiza un dibujo de la persona. Como un identikit.
Pero ahí no termina la cosa, ya que inmediatamente después aparece otra persona, que acaba de conocer a la mujer que fue retratada y Zamora vuelve a dibujarlas, pero ahora basándose en lo que la otra persona le describe sobre esa mujer.
El resultado es asombroso, ya que una vez terminados los dos retratos, las mujeres que fueron dibujadas descubren que los dibujos con los detalles que dieron las otras personas sobre ellas son, además de mucho más favorecedores, más realistas. Mientras que cuando ellas dieron los datos, el dibujo tenía que ver poco o nada con su fisonomía.
De esta manera, el estudio demuestra la baja autoestima de muchas mujeres y lo distorsionada que tienen la imagen de sí mismas. Además de cómo los demás realmente las ven.
Simplemente… genial.