¿Cuáles son las chances de que un famoso te brinde una entrevista en su cumpleaños? Pocas, obviamente. Pero, por suerte, siempre hay excepciones. Derribando por completo el mito de galán inalcanzable, Mariano Martínez atiende el teléfono el día que celebra sus 35 años y cortésmente se disculpa (entre risas, claro) porque de fondo se escuchan las voces de sus hijos; Olivia (4) y el pequeño Milo (8 meses). Los niños no quieren perder la atención de su papá y él se muestra encantado de brindársela en un año en el que la familia que formó con Juliana Giambroni fue la prioridad absoluta.
"La fama llega de la mano con la prensa, donde se va a mostrar todo lo bueno pero también lo que no te gusta, y eso es difícil de aceptar".
Alejado momentáneamente de la televisión, le confesará a Ciudad.com en una charla exclusiva que disfrutar de la tranquilidad de su hogar fue un placer pero que extrañó, y mucho, el medio en el que prácticamente creció frente a la mirada del público.
Su esperado regreso lo marca Una vida posible, el especial de por el Día Internacional del Sida que se emitirá hoy, viernes, a las 23 hs. por la pantalla de El Trece y que protagoniza junto a Gimena Accardi: “La historia trata sobre una pareja que afronta un resultado de HIV positivo justo cuando están pensando en ser padres. No se enfoca en cómo se contagiaron sino en lo importante que es hacerse el estudio y darse cuenta a tiempo si estás enfermo para tener una vida posible”, adelanta Mariano.
- ¿Por qué te parecía importante participar del proyecto, que además es ad honorem?
- Me parece que tiene un buen mensaje y claro, que es necesario que la gente sepa. Muchas veces vivimos en la ignorancia o lo negamos, y es fundamental hacerse el análisis. Siempre me pareció muy bueno lo que hacía la Fundación y cuando me convocaron no lo dudé porque creo que es muy importante concientizar desde el arte. Está hecho para toda la familia y ojalá lo vea mucha gente y que se informen a tiempo.
"Extraño un montón la televisión. Tengo ganas de volver a trabajar, aparte es necesario y un ejemplo para mis hijos".
- ¿Siempre fuiste consciente a la hora de cuidarte en las relaciones?
- Sí, siempre me cuidé, me parece importantísimo. ¡No hay otra! A mi hermano, que tiene 15 años y se está iniciando justo ahora, le recalco lo importante que es. Los números son alarmantes, realmente. Mucha gente no sabe que tiene HIV, lo puede tener diez años, no darse cuenta y contagiar más gente.
- ¿El ser padre te generó más responsabilidad social y ganas de participar en este tipo de proyectos?
- Sí, totalmente. Siempre le presté atención y, después de ser padre, eso se agudiza. Después de todo, es la sociedad que le vamos a dejar a ellos. Espero que para el momento en que ellos sean adultos, ya exista la cura.
- ¿Extrañabas la televisión?
- ¡Extraño un montón! La pasé muy bien igual y continué trabajando en mi productora, 13 Mares. Viajé, busqué socios y trabajo en un nuevo proyecto que se llama El laboratorio de Pedro, que lo sigo desarrollando y tal vez lo protagonice. Estoy trabajando a full con la productora. Considero que me fue muy bien desde que empecé pero no tengo nada ganado ni las puertas totalmente abiertas, me las tengo que ganar y trabajar para que mi lugar como productor se haga realidad, que es lo que quiero. Si no trabajo, no va a suceder y eso lleva tiempo.Tuve la suerte de poder meter mi primer proyecto, Mi problema con las mujeres, bastante rápido y le fue bien, con un promedio de 17 puntos de rating y con muy buena calidad.
"Espero que para el momento en que Milo y Olivia sean adultos, ya exista la cura para el Sida".
- Días atrás, Quique Estevanez le contó a Clarín que vas a estar en la novela Camino al amor con la China Suárez. ¿Lo podemos confirmar?
- Ah, ¿lo confirmó él? (risas) Está en un 90 por ciento el proyecto, no lo voy a desmentir a Quique pero yo soy muy cauteloso y precavido. Con Quique está todo hablado, soy amigo de Sebastián y lo quiero mucho. Es un tipo muy claro y confío en él. Lo que pasa es que yo recién empecé las charlas con el canal por el contrato, porque no tengo representante, y hasta que no esté el gancho, no confirmo. Pero tengo muchísimas ganas de hacerlo.
- En caso de que se confirme tu vuelta a la tira, ¿vas a extrañar esta nueva rutina de papá full time con Olivia y Milo?
- Sí, estuve mucho con los chicos este año. Me acostumbré a estar con ellos siempre y ellos conmigo. ¡Va a ser difícil! Es más, ahora estoy hablando con vos y mi hija me habla al oído y se ríe porque lo hace de mala (risas). Milo es tremendo también. El otro día fuimos a la caminata de Mimo por el Garraham y me acompañó, a pesar de que mi mujer me decía que iba a llorar. En un momento, me distraje un segundo y la gente saludaba para mi lado… pero no a mí. Me estoy preguntando ´¿a quién saludan?’ cuando me doy cuenta que era a él. Lo veo y estaba saludando a todo el mundo ,cual si fuera el Papa, chocho de la vida (risas). La gente le sacaba fotos y él encantado, es genial.
- Si bien vas a extrañara a los chicos durante el día, ¿tenés ganas de volver al trabajo?
- Sí, tengo ganas de volver a trabajar, aparte es necesario y hay que trabajar, es así. Es un ejemplo para ellos también.
- En este último tiempo se te ve más relajado con la prensa, ¿me equivoco?
- Trabajo desde los 15 años y pasé por todos los estados. Por suerte, transité un montón de situaciones gratificantes, muy buenas, que por ahí no le toca a actores que trabajan toda la vida. Pero todo ese proceso es una mezcla de lo que vos aprendiste, de cómo llevás tu personalidad y del crecimiento lógico que atravesás. Es algo que vive cualquier persona cuando se mezcla el éxito de hacer una novela y el que te todos te estén halagando, persiguiendo… Es fuerte esa situación cuando sos chico.
"Hoy por hoy, soy un agradecido de tener el cariño de la gente y de llevarme bien con los periodistas".
- ¿Es fácil marearte por la fama en ese contexto?
- Sí, totalmente. Cuando sos joven y famoso, es fácil marearte. Pero no por maldad sino por una cuestión lógica de tener 18 años, hacer Campeones, y que todo el mundo hable de vos. Por ahí, es no saber manejar eso que buscaste siempre: que la gente te conozca, te mire, le guste su trabajo y te quiera. De repente, eso llega de la mano con la prensa, donde se va a mostrar todo lo bueno pero también lo que no te gusta, y eso es difícil de aceptar. Hoy, lo entiendo y sé que es así. Trato de poner el límite de la mejor manera posible, tanto con la prensa como con la gente. Y, hoy por hoy, soy un agradecido de tener el cariño de la gente y de llevarme bien con la prensa. Lo tomo como una filosofía de vida: quiero llevarme bien, convivir en paz y armonía. Mientras se pueda, voy a tratar de hacer eso siempre.
- Como reza el título del programa, lo estás haciendo posible.
- Sí, para mí es posible. Después, está lo que le pasa a uno en el momento porque la cabeza de los seres humanos es un océano totalmente impredecible, pero quiero llevarlo de la manera más armoniosa posible.