La noche del lunes 2, Matías Alé (38) sufrió un brote psicótico que terminó en escándalo: tuvo que intervenir la policía para poder calmarlo y conducirlo al Sanatorio de la Trinidad. En ese contexto, el actor se encontraba totalmente desbordado, gritando por su mujer, María del mar Cuello Molar (23), y rezando con fuerza el Padrenuestro. Una vez recibida la atención médica y descartado el consumido drogas, Alé fue trasladado a la Clínica Avril.
Desde la institución psiquiátrica, Guillermo Pelozatto -amigo y abogado de Matías- dio detalles de lo ocurrido y del estado actual del paciente en Intrusos: "Esto fue a la noche, Matías empezó sintiéndose mal, rezando mucho y un amigo íntimo llamó por teléfono a un médico para analizarlo (…) Ahora él está bien, está cuidado. Todos los estudios que se le hicieron dieron muy bien: los exámenes tóxicos dieron que no tiene nada y los neurológicos dieron que está muy bien. Por lo que se ve hasta ahora es un estrés agudo, que tiene que ser tratado, y por una cuestión de salud va a quedar unos días internado sin que lo pueda ver nadie, más allá de su familia".
"Esto fue a la noche, Matías empezó sintiéndose mal, rezando mucho y un amigo íntimo llamó por teléfono a un médico para analizarlo (…) Ahora él está bien, está cuidado. Todos los estudios que se le hicieron dieron muy bien: los exámenes tóxicos dieron que no tiene nada y los neurológicos dieron que está muy bien. Por lo que se ve hasta ahora es un estrés agudo", dijo el abogado.
Luego negó que haya agredido físicamente a su esposa y a su suegra, Nancy Moler (54): "Hubo un forcejeo, pero para con él, para poder reducirlo porque no quería ir al médico. No hay denuncias. No hubo ningún episodio de violencia con María y su madre. A la policía la llamamos nosotros para que nos ayude a llevarlo a la clínica".
Sobre los hechos que podrían haber desencadenado esta conducta y malestar en Alé, describió: "Él viene con mucho trabajo, no paraba, y eso le estaba costando mucho salud (…) No hubo un cambio abrupto de conducta, sí un cambio de verlo muy cansado y, en este tiempo, más cercano a lo espiritual".