Ya pasó un mes desde que La mesa está lista, el ciclo que condujo Germán Paoloski por El Trece -bajo la producción de Endemol- llegó a su fin. “Las cosas son así, en la tele de aire uno se rige por el rating y es lógico. Nosotros hubiéramos querido que el programa tenga otros números, pero nos vamos con alegría”, decía el conductor al cierre de su última emisión.
Ahora, tras haber corrido agua bajo el puente, el actual conductor de NET (Nunca es tarde, que se transmite a la medianoche por Fox Sports) y La tarde (por Radio 10), volvió a referirse al levantamiento del programa: “Para mí la tele de aire tiene ciertas reglas y situaciones que a veces son difíciles de comprender. Pero son las reglas del juego. Empezamos con la idea de hacer un programa, y después por la presión del rating empezamos a meter volantazos. Yo lo dije desde un principio: cuando metés mucho volantazo y cambiás mucho, eso termina siendo perjudicial, porque la gente no sabe qué tipo de programa es el que ve”, expresó en diálogo con el diario Clarín.
Luego, dio cuenta de lo que tenía en mente a la hora de desarrollar el programa: “Algo parecido a lo que hacía en Pura Química (ESPN). Pero lo llevamos para el mundo del espectáculo. Después no se sabía si era un ciclo de cocina, entrevistas, espectáculos o actualidad. Era un poco de todo y no llegaba a ser nada en específico. Además, yo tenía una gran carga laboral que tampoco ayudaba. Estaba cansado. No me daba el cuerpo. Y lo que me gusta, que es participar de la producción, se me complicaba”, se sinceró.
"La mesa está lista no era el tipo de programa en el cual a mí me gusta desenvolverme. Empezamos con la idea de hacer un programa, y después por la presión del rating empezamos a meter volantazos. Yo lo dije desde un principio: cuando metés mucho volantazo y cambiás mucho, eso termina siendo perjudicial, porque la gente no sabe qué tipo de programa es el que ve".
“A mí me incomodan ciertas situaciones a las cuales no estoy acostumbrado, que tienen que ver con el mundo del espectáculo. A mí me gusta hacer entrevistas, pero no voy atrás de la actualidad de la separación, de quién está con quién. No me queda bien ese lugar, ese rol. No me quiero mostrar de esa manera. Yo tengo mis propios tiempos, no los de los demás. Igual los programas no son eternos. Es mi punto de vista”, agregó.
Por último, se refirió a su relación con la farándula: “Por un lado me siento parte, porque soy una persona reconocida dentro de los medios. Pero no me gusta. Me gusta más entrevistar que ser entrevistado. No me gusta dar muchas notas, porque siento que lo que tengo para contar no es tan atractivo. Me considero una persona normal que decidió trabajar en los medios como periodista, pero me siento ajeno al mundo de la farándula”.
Por último, habló de la sensación que le generaba volver a su casa sin cumplir con los números de rating soñados: “Me amargaba. No es solamente un tema de ego, sino que hay mucha gente que depende de ese número y que necesita laburar. Pero yo lo dejé claro: no quiero transar con eso. El ciclo se terminó levantando, y es fuerte que lo diga, pero yo no estaba en desacuerdo. No era feliz en el programa. No por el canal o la productora, no era el tipo de programa en el cual a mí me gusta desenvolverme. La ola me llevó para otro lado, y ya no hacía pie”.