Mucho se cuestionó sobre la veracidad de un video colado recientemente en Internet, pero es cien por ciento real. Un ciervo de cola blanca, llamado Boo, causó sensación en las redes sociales por su extraña coloración que le hace parecer a un perro de raza dálmata.
El clip grabado por la organización internacional, Fuzzy Fawn Wildlife Rescue, con sede en Nueva York, explicó que su aspecto era el resultado de una condición genética llamada leucismo. Eso significa que el ciervo perdió de forma parcial su pigmentación, dejándole sólo algunas manchas similares a la de los dálmatas, por ejemplo.
Boo no es la única criatura en el planeta que posee esa característica, aunque tiende a ser confundida con otras especies que tienen albinismo; es decir, los que lucen cuerpos blancos y los típicos ojos rojos o rosados.
En cambio, el leucismo les brinda a los animales con esa mutación, una serie de patrones variados. Sobre los ciervos de cola blanca se desarrolla esa condición en al menos un 2% de su población general.
“Muchos ciervos leucísticos tienen otras propiedades. Estas incluyen reverencia de la nariz, patas cortas y arqueadas, arqueamiento de la espalda, mandíbula inferior corta y problemas internos”, explicó Leondra "Fuzzy" Scherer, voluntaria rehabilitadora de la vida silvestre, especialista en el rescate y liberación de esos mamíferos.
Comentó incluso que gracias a la fama recién adquirida por Boo, se generó un interés genuino por esos animales, haciendo que plataformas como YouTube o Instagram facilitaran el intercambio de información con otros rescatistas, y gente del medio para la protección del mundo natural.
“Siempre necesitamos personas que les interese ser parte de esto. Sólo deben acercarse a los centros de rehabilitación de su zona. Verán que muchos trabajan con presupuesto limitado, por lo que es necesaria la ayuda de todos, más si se hacen donaciones de suministros”, finalizó Scherer.