Aunque recientemente fue publicado un artículo en la revista de la Academia de Nutrición y Dietética de Estados Unidos, demostrando que ingerir un poco de cafeína durante el desayuno ayuda a reducir la ansiedad e ingesta de otros alimentos a primera hora del día, algunos expertos aseguran que el café no actúa como supresor de apetito ni ayuda a disminuir el peso.
Según una investigación de los especialistas que no están de acuerdo con esta teoría, las personas que consumieron una pequeña cantidad de cafeína no tuvieron ningún efecto a lo largo del día, ni algún impacto en el apetito.
Generalmente hay muchos suplementos en el mercado que contienen cafeína con afirmaciones de que este producto ayuda a bajar de peso y a disminuir el apetito, pues estudios anteriores habrían asegurado que la cafeína acelera el metabolismo y afecta ciertas sustancias químicas que reducirán el apetito.
La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos aseguró que al menos 80% de las personas consumen algún tipo de cafeína todos los días, y es por ello que te diremos otros efectos que tendrá este alcaloide en tu organismo.
La cafeína actúa como un estimulante del sistema nervioso central. Cuando llega a tu cerebro, el efecto más notable es el estado de alerta.
Te sentirás más despierto y menos cansado, por lo que es un ingrediente común en los medicamentos para tratar o controlar la somnolencia, los dolores de cabeza y las migrañas. Pero, ¡cuidado! demasiada cantidad de cafeína solo podrá causarte más dolor de cabeza, náuseas y mareo.
Ingerir cafeína con frecuencia puede hacer que su presión arterial suba por un corto tiempo. Se cree que este efecto se atribuye a un aumento de la adrenalina o a un bloqueo temporal de las hormonas, que naturalmente ensanchan las arterias. Una sobredosis puede causar latidos cardíacos rápidos o irregulares y problemas para respirar.
Una de sus consecuencias es que aumenta la cantidad de ácido en el estómago y puede causar acidez o malestar estomacal, igualmente puede interferir con la absorción y el metabolismo del calcio, contribuyendo al adelgazamiento de los huesos.
Si estás embarazada es recomendable evitar la ingesta de cafeína, pues ésta viaja dentro del torrente sanguíneo y cruza hacia la placenta.
Dado que es un estimulante, puede aumentar el ritmo cardíaco y el metabolismo de su bebé, pudiendo causar un crecimiento fetal lento y un mayor riesgo de aborto espontáneo.