La tecnología LED actúa contra el acné canalizando la energía de la luz a través de los poros hasta las capas más profundas de la piel, eliminando las bacterias causantes desde la fuente.
Esta es una muestra más de cómo los avances tecnológicos pueden contribuir a los tratamientos que desarrolla la industria de la belleza y la salud en general.
Constituye una vía de terapia no farmacológica, poco invasiva pero efectiva. El uso de fototerapias lumínicas con tecnología médica LED (Light Emitting Diode) es una forma de tratamiento que entra en las llamadas fototerapias.
Esta tecnología está basada en el empleo de las radiaciones lumínicas del espectro visible, con una longitud de onda determinada, para tratar determinadas patologías de la piel. Los LEDs son mecanismos formados por diodos semiconductores recubiertos de una cápsula transparente que emiten una luz coherente y altamente direccional. Utilizan un sistema parecido al empleado por el Láser de Diodo.
El tratamiento consiste en la exposición del área afectada por acné a la radiación lumínica no térmica, mediante lámparas de luz situadas a pocos centímetros de la piel, durante un determinado periodo de tiempo. Los LEDs más utilizados en fototerapia son de espectro violeta, azul, amarillo, rojo y verde.
Los efectos del tratamiento con luces LED se traducen en mejoras biomecánicas en los tejidos expuestos a la luz, gracias a la estimulación intracelular, la reorganización molecular y la estimulación o inhibición de ciertos procesos celulares.
En resumen, el uso de LEDs está resultando un buen complemento en los tratamientos convencionales y se ha convertido en una opción en los casos de acné que no pueden ser tratados por vías farmacológicas. En estos tiempos, son una alternativa terapéutica que exige sesiones periódicas con el paciente, pero que está libre de contraindicaciones y ofrece magníficos resultados médicos en todo el mundo.