Sorpresa entre los expertos planetarios. Un equipo de científicos de la Universidad de Hawái y el Laboratorio de Propulsión a Reacción de la NASA acaba de descubrir que las latitudes elevadas de la Luna se están oxidando y que el oxígeno de la Tierra puede haber influido.
La conclusión tiene sus fundamentos en los resultados de la investigación dirigida por Shuai Li, investigador asistente del Instituto de Geofísica y Planetología de Hawai, publicada en la revista Science Advances. “Es muy desconcertante. La Luna es un entorno terrible para que se forme hematita”, explicó el experto.
Y es que los científicos encontraron hematita, una forma de óxido que requiere de oxígeno y agua, dos elementos que se supone no prevalecen en nuestro satélite natural. “Nuestra hipótesis es que la hematita lunar se forma a través de la oxidación del hierro de la superficie lunar por el oxígeno de la atmósfera superior de la Tierra que ha sido continuamente arrastrado a la superficie lunar por el viento solar cuando la Luna está en la cola magnética de la Tierra durante los últimos miles de millones de años”, agregó Li.
Para hacer este descubrimiento, Li, el profesor Paul Lucey y los coautores del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA analizaron los datos de reflectancia hiperespectral adquiridos por el Moon Mineralogy Mapper diseñado por la NASA a bordo de la misión Chandrayaan-1 de India. En 2009, esta herramienta también encontró agua congelada en el cuerpo celeste.
Tras este descubrimiento, Li considera que “la Tierra pudo haber jugado un papel importante en la evolución de la superficie de su satélite natural. Y es que la Luna estuvo en la cola magnética de la Tierra durante los últimos miles de millones de años”, detalló el científico. Asimismo, los nuevos datos permitirán reformular el conocimiento sobre las regiones polares del satélite natural del planeta.