En los últimos 10 meses Mirtha Legrand (93) sufrió dos golpes muy fuertes, cuando primero falleció su hermano José Martínez Suárez, en agosto, y luego su hermana Goldy, en mayo. Esta última pérdida se dio en el marco de la pandemia de Covid-19, razón por la cual la diva no pudo asistir al velatorio para despedir a su gemela.
Por eso, su hija Marcela Tinayre (69) se convirtió en el vinculo más cercano y permanente de Mirtha. En una nota con Jubilados TV (América 24), Marcela afirmó: “Yo me ocupé mucho de mi mamá y me ocupo mucho. Voy caminando hasta su casa, todo manteniendo una distancia”.
"Jamás podría asumir con ella ese cambio de roles de ser madrea de mi madre”.
Y a cuento de las medidas extremas de precaución que toma para evitar contagiarse de coronavirus, como mantener la higiene de las manos o preservar la distancia social, la conductora de Las Rubias comentó con pesar: “Nunca más le di un beso a mi mamá, ni ante el dolor de la pérdida de su hermana, nunca más le di un beso. No pude abrazarla”.
“Los adultos, muy, muy, mayores, como mi mamá, viven esta pandemia con mucho miedo y eso les quita mucha energía. Pero también les han inculcado mucho el miedo, cuando ellos seguramente son los mejores alumnos”, continuó.
Al final, Marcela Tinayre reflexionó sobre el que le toca ahora como sostén y protección de Mirtha Legrand: "Yo tengo una madre muy activa, es increíble la garra que le pone, camina por la casa, va viene, pero están todos con mucho miedo. Tengo una madre muy independiente, laburadora, exitosa, memoriosa, inquieta, entonces jamás podría asumir con ella ese cambio de roles de ser madrea de mi madre”.