Luciano Castro (40) está en uno de sus mejores momentos, con las energías puestas en las grabaciones de lo que será la nueva apuesta de Pol-ka , que se llamará Los ricos no piden permiso y que irá en el prime time de El Trece.
Además, en lo personal cumple uno de sus roles más importantes como papá de Fausto (10 meses), fruto de su relación con su pareja Sabrina Rojas (35), y de Mateo (12) de una pareja anterior.
Ahora, el actor vuelve con todo tras un tiempo alejado de la televisión tras su participación en Sres. Papis (Telefe): “La decisión de parar un año y medio de trabajar, me costó mucho. Uno parece un fenómeno, que tiene la vaca atada pero tenés que hacer lo que hace cualquier hijo de vecino, la diferencia es que yo salgo en la tele, nada más”, explicó Luciano en diálogo con Agarrate Catalina que se transmite por La Once Diez.
También, cuenta con el apoyo incondicional de su mujer, a quien también le dedicó unas cálidas palabras: “Cuando conocí a Sabrina me dijo ‘¿valdrá la pena semejante locura, semejante exposición?”, contó en referencia a los inicios de la relación. Y agregó: “Es una persona que por mí ha dejado todo, literal. Y ahí mi respuesta también fue lógica ‘yo te puedo decir lo que quiero, lo que me gustaría. Si sale, sale’. Mirá que pasamos momentos malos también, no es que todo es color de rosas. Hay como una fantasía… falta que vivamos en un castillo, y no es así”.
Por último, habló de sus forma de encarar la vida: “Busco todo el tiempo, en cada caso que hago, ser lo más humano y lo más racional posible como cuando con mis hijos como cuando hablo con mis hermanos… no tengo pretensiones. Si bien sí soy ambicioso y quiero más, y evolucionar y progresar, no es desde el lugar de pretensioso ni a cualquier precio. No, esas cosas me costaron un montón. Voy a cumplir 41 años y me ha pasado de todo”, cerró, sincero.