Este 2018 fue un año muy movido para Jorge Rial (57), quien sufrió por los problemas de salud de su hija Morena (19) y además se tomó cuatro meses de licencia de Intrusos. Sin embargo, sobre el final el periodista logró retomar el equilibrio al punto que afirmó: "Estaba por pegármela en la pera y ahora termino el año muy bien".
Entre las razones para ese vuelco crucial de Rial están su reconciliación con Morena junto a la felicidad por convertirse en abuelo, y por sobre todo la contención de Romina Pereiro. Algo que también reconoció en la entrevista con la revista Pronto: "¿Si me cambió el esquema con la convivencia con Romina? ¡Qué te parece! Estoy feliz con eso. Antes era un museo mi casa, lleno de cuadros y obras de arte, pero sin vida. Ahora está el arte pero la diferencia es que las paredes están pintadas con crayones de colores y hay muñecos tirados por todos lados".
Feliz por su vida en familia junto a Romina Pereiro y sus hijas, Emma (5) y Violeta (7), Jorge Rial exclamó: "Cambió, ya no es un museo, hay más vida. Hay un perro, dos gatos y así andamos livianitos por la vida. Eso no lo voy a perder. Lo encontré, nos costó construirlo y nada ni nadie me va a hacer perderlo".