La polémica se desató cuando Alberto Fernández replicó un hiriente tweet en el que el periodista Dante López Foresi, director de Agencia El Vigía, calificaba como “gordito lechoso” a Jonatan Viale. Además de pedir disculpas, eliminó en mensaje y aclaró que había sido un "error involuntario".
¿Cómo reaccionó el periodista? Hizo un fuerte editorial en su programa, Realidad Aumentada. Aunque aclaró que acepta sus disculpas, hizo un análisis sobre el rol que los mandatarios deberían ejercer en las sociedades modernas y apuntó fuerte contra el presidente.
"Disculpas aceptadas": el editorial de Jonatan Viale en respuesta a Alberto Fernández
"La semana pasada advertimos con mucho respeto: cuidado con el exceso de poder. El Congreso está cerrado. El Poder Judicial está de feria. Por lo tanto, todo el poder está en manos del presidente, consecuencias no deseadas de la pandemia. Por eso, confiamos en que no fue el presidente el que validó ese insulto contra mi persona.
Confiamos en que aceptan las críticas y la libertad. No queremos creer que prefieren una sociedad uniforme, callada y unánime. No queremos creer que se pueden repetir viejas historias como cuando pidieron las cabezas de periodistas o que se repitan viejas imágenes que parecían superadas en la Argentina. Queremos creer que ayer el presidente no legitimó una descalificación contra un periodista por pensar distinto.
El silencio de la vicepresidenta le permite a Fernández hacer a un lado una discusión incómoda sobre quién manda en la Argentina. Callada Cristina, Alberto hegemonizó el escenario de poder. La libertad de reunión, de empresa, de circulación, de contratos quedaron rezagadas a la voluntad presidencial. Entonces nos preguntamos: ¿qué líder no soñó alguna vez con tanto poder? La respuesta fue un insulto.
El presidente tiene mucho poder y nosotros somos un simple mosquito, un tanto molesto, pero no mucho más que eso. No van encontrar en mi una sola agresión del tipo personal al presidente. Mi viejo, Mauro, me enseñó algo muy valioso: no descalificar al otro en lo personal por pensar distinto. Jamás me van a encontrar con esas bajezas, revolviendo porquería para atacar al otro, nunca caería en una mediocridad semejante.
Estamos en un momento excepcional. El miedo a la muerte y al contagio funciona como ordenador social, estamos en guerra contra un enemigo invisible y eso nos unió como argentinos, postergando la grieta. El presidente tiene todo nuestro apoyo para vencer en esta batalla por la vida, pero no se confundan. Las sociedades modernas no quieren líderes rabiosos, autoritarios y absolutistas".