La paciencia de Federico Bal con sus compañeros de Magnífica llegó a su límite en la temporada, indignado por los rumores de infidelidad a Laurita Fernández que casi le cuestan la relación. El actor hizo catarsis y se lamentó el grupo de trabajo que le tocó para la temporada teatral de Mar del Plata.
"Me duelen los rumores que salieron porque fue gente de la obra. Gente a la que le conviene más renunciar y sentarse en un móvil de Intrusos que cumplir con su trabajo y crecer. Pero estas chicas no tienen tiempo, no saben esperar, lo que es trabajar de lunes a viernes, cumplir un horario. De golpe, no vienen porque no pudieron. Por esta gente el género de la revista está tan golpeada, y por los productores que las contratan", se quejó Fede en una nota con Por si las moscas, programa que se emite por La Once Diez/Radio de la Ciudad.
"Me llevo una gran desilusión con la gente con la que trabajo este año. Les abrí las puertas de mi casa, tomaron mi bebida, comieron mi comida, fomenté la unión y me pagaron de la peor manera. No es que me traicionaron, pero hoy si hablás de mí o de Laura tenés un móvil de televisión asegurado. En la ilusión de cada una de estas chicas está que las llame Marcelo Tinelli para el Bailando, porque pasó con mi ex y varias otras chicas que hablaron de mí. Ven el ejemplo y piensan que es por ahí", continuó.
Al final, Federico Bal, remató: "Lo peor de todo es que después me ven a la noche y me saludan como si nada. Ni siquiera les da vergüenza. Me siento muy mal con esta gente, ni siquiera salgo de mi camarín”. Y agregó: “Asumo que nosotros somos una pareja que se expuso y abrimos la puerta para que mucha gente opine, pero hicimos lo que pudimos y creo que no merecemos esto”.