La cobertura periodística del asesinato del policía Leonardo Sarmiento (40), quien realizaba tareas de investigación encubierto de un caso de abuso sexual en Avellaneda, casi termina en una nueva tragedia. Presente en el lugar donde ocurrió el homicidio perpetrado por seis delincuentes, un móvil de Crónica fue rodeado por un grupo de menores en bicicleta, quienes fuera del aire los amenazaron con armas de fuego en sus manos.
La transmisión en vivo ya -de por sí- era tensa, y la periodista Camila Barral siguió el consejo que le dieron desde los estudios centrales de la señal de noticias, para que se alejara de la zona del conflicto. Atemorizada, la cronista se retiró hacia la esquina, hasta donde la siguieron los chicos que la merodeaban ante la ausencia absoluta de personal de seguridad.
Entonces, tras la pausa, la clásica placa roja de Crónica informó: "Quisieron robarle al equipo de Crónica. Lo apuntaron con un arma. El menor con el arma dijo 'con esto quemé (al policía)'". Así fue que luego luego pusieron en pantalla las imágenes de la periodista en primer plano, con dos menores de edad exhibiendo armas de fuego.
Angustiada, un rato más tarde Camila Barral contó su traumática experiencia al aire: "La pasé re mal. Me amenazaron a mí y al camarógrafo. Me apuntaron con un arma. Por suerte, la estamos contando".