En diciembre de 2018 Hernán Crespo (44) abandonó Italia después de pasar 22 años de carrera como futbolista y DT en Europa, y se instaló en Argentina, donde se había calzado el buzo de DT de Banfield. El rotundo cambio de vida del actual técnico de Defensa y Justicia implicó no solo blanquear la separación de su esposa, Alessia Rossi (36), sino que además significó distanciarse de sus hijas Nicole, Sofía y Martina.
En tiempos en que la pandemia de Covid-19 impide los vuelos internacionales y exige una rigurosa cuarentena a nivel planetario, Crespo extraña el doble a sus tres niñas. “Para mí es durísimo, tengo a mis hijas y a su mamá allá, en Parma. Tengo la tranquilidad de hablar todos los días con ellas, de hacer videollamadas”, se sinceró en diálogo con Olé.
"Mi hija más grande es la que lo sufre un poco más porque tiene 15 años y está arrancando con toda la vida social”.
“El dolor o los miedos que la gente está teniendo ahora, yo los viví antes porque estaba muy al tanto de lo que pasaba allá”, continuó el exgoleador de River Plate. Entre preocupado y confiado, Crespo precisó la situación de su familia en el norte de Italia, una de las áreas del mundo más golpeadas por el coronavirus: “Parma está en la región de Emilia-Romagna, a 100 kilómetros de Lombardía, que es una de las zonas más afectadas, igual ellas están bien, tranquilas, con sus perros, hacen el colegio por videollamada... La más grande es la que lo sufre un poco más porque tiene 15 años y está arrancando con toda la vida social”.
Al final, Hernán Crespo reflexionó sobre su decisión de regresar a la Argentina: “Tenía una necesidad, lógica en algún punto, de poder compartir con mis viejos después de 22 años afuera. Estar con mi hermana, mi cuñado, mi sobrina... Estoy disfrutando mucho, aunque a la vez convivo con el hecho de no ver a mis hijas todos los días. Es parte del precio que tengo que pagar, pero hay que aprender a convivir con nuestras propias cicatrices y darle para adelante”.