Su apellido era su mejor carta de presentación. Alfonso Pícaro había nacido para hacer reír. Y vaya si lo hizo, en compañía de grandes como Alberto Olmedo, Juan Carlos Calabró, Mario Sapag, Javier Portales y Guillermo Francella.
El querido actor falleció este lunes 15 de octubre, a los 84 años de edad, según confirmó la Asociación Argentina de Actores. No habrá velatorio y sus restos serán cremados en el Cementerio de la Chacarita.
Alfonso nació en el barrio porteño de La Paternal. Hijo de inmigrantes italianos, se dedicó a la actuación luego de trabajar en la peluquería de su padre. Forjó una carrera exitosa y popular junto a grandes cómicos del espectáculo nacional. Su personaje de Miseria Espantosa, en Telecómicos, fue uno de sus grandes hitos.
Entre otros famosos programas, participó de Calabromas con Juan Carlos Calabró y de No toca botón con Alberto Olmedo, donde alcanzó una gran popularidad (ver video). También trabajó en La Familia Benvenutto y en Cebollitas.
En cine, se destacó en La Cigarra está que arde, Qué noche de casamiento, Ya tiene comisario el pueblo, El manosanta está cargado y Las minas de Salomón Rey. Sus últimos trabajos en la pantalla grande fueron en películas de tono dramático, como La venganza (1999) de Juan Carlos Desanzo, con Diego Torres y Laura Novoa, y Dormir al sol (2010) de Alejandro Chomski, con Luis Machín y Esther Goris.
En 2008, la Asociación Argentina de Actores le entregó el Premio Podestá a la Honorable Trayectoria, reconocimiento que recibió con gran emoción. Una manera de cosechar algo de todo lo que sembró con humor y picardía. Su apellido lo decía todo.