Gabriella Cedillo, de 26 años, formaba parte de un grupo de extras de la película . Durante el rodaje llevado a cabo en Hammond, Indiana, en 2010, la mujer tenía que actuar como si fuese la conductora de un vehículo. Pero uno de los cables que tiraba de un auto que tenía que volcar se desprendió y se estrelló contra el parabrisas del coche que ella ocupaba, golpeándola en la cabeza e hiriéndola de gravedad.
Pese a que fue atendida y operada de urgencia, la mujer todavía tiene daños cerebrales. Además, según contaron sus abogados y su familia, Cedillo sigue en rehabilitación y tiene paralizado el lado izquierdo de la cara y sufre dificultades para hablar.
Por este hecho, sus abogados culparon a Paramount y DreamWorks y presentaron una demanda que exigía pagar los 350 mil dólares de gastos médicos y otra cifra superior en concepto de daños y perjuicios.
La cantidad fijada que Paramount Pictures y DreamWorks deberá abonar en concepto de indemnización a la mujer es de 18,5 millones de dólares. Un vueltito para la productora, si se tiene en cuenta que la película recaudó más de 1.100 millones de dólares cuando se estrenó.