Gran Hermano no es para toda la vida. O por lo menos, no lo es en muchos casos. Sólo unos pocos logran instalarse en los medios. Otros se deben conformar con volver a su vida anterior. De la última edición del reality, Leandro Pigo fue el primero en regresar a sus costumbres.
El ex participante no renovó con Telefe y ni siquiera alcanzó a facturar por presentaciones en boliches. Entonces, al hermanito no le quedó otra que volver a trabajar en la empresa embotelladora del barrio de Pompeya, según detalla el diario Muy.
El sueño de Leandro de estar en los medios quedó trunco. Tampoco alcanzó mucha fama: el participante fue el tercer eliminado y debió abandonar la casa con el 49% de los votos en contra. ¿Quién más seguirá sus pasos?