Se hizo conocida por ser la soñadora de Daniel Agostini en "Bailando por un sueño", pero la verdadera exposición le llegó gracias a su relación con Fort. Dice que siente que muchas mujeres la envidian y que por eso utiliza una cinta roja. A su vez, relativiza las versiones que ponen en duda la heterosexualidad del millonario señalando:"No dan gracia las habladurías, pero yo confío en lo que me dice y punto".
Entre otras cosas afirma que la estética es uno de los atributos que más le atraen de Fort, pero también su forma de ser y su inteligencia. Asimismo dice que es necesario acostumbrase a su ritmo de vida porque "es el precio de vivir con él".
La Gallardo dice sentirse contenta de estar al lado, no sólo del millonario, sino también de su familia: "Los mellizos son preciosos, cariñosos y educados", admite.
A su vez cuenta que Ricardo grita mucho - pero en el fondo es un tierno-, que le pagó las lolas y que no la deja comer chocolates, "me cuida", sentencia.