Los celulares táctiles son una realidad de esta época. No va a sorprender que dentro de un tiempo desplacen a los que no lo son. El LG Arena KM900 es una muestra acabada de que la tecnología touch, que llegó para quedarse de la mano del iPhone, está en pleno apogeo.
Se trata de la posibilidad de moverse por las opciones del teléfono a través de una interfaz colorida, repleta de widgets y hasta en 3D.
En primer lugar, entonces, cabe destacar que es muy simple de usar. Cada una de las opciones está bien definida, y el usuario puede llenar de widgets las cuatro ventanas personalizables que trae. Una dedicada para los atajos a todo tipo de aplicaciones, otra con todos los widgets, la siguiente de contactos y la última para lo multimedia.
Pero el chiche o la sorpresa mayor está al oprimir el botón del medio, ya que se ven esas cuatro ventanas pero en forma de cubo 3D. Se trata de la tecnología 3D S-Class, un menú giratorio en tres dimensiones.
La parte multimedia es impecable. Un sonido con buena calidad, que incluso el volumen permite llevar a niveles sorprendentes sin llegar a escucharse mal. La sintonización de radio FM también es con gran calidad de sonido. Eso sí, los auriculares son cómodos, pero no lo suficiente para determinado tipo de actividades, como por ejemplo para salir a correr.
No es un smartphone, pese a la interfaz y a la calidad de sus prestaciones. No trae aplicaciones de oficina, por ejemplo.
La cámara es de buena calidad (5 megapixeles y una óptica Scheneider Kreuznach), pero sacar una foto es algo engorroso. El botón real que funciona como obturador no tiene la precisión que se desearía, y el botón virtual no siempre cumple con lo que uno querría en lo relacionado a zoom y enfoque. Igual trae funciones de avanzada que se pueden ir poniendo en práctica para mejorar las fotos.
Con respecto al video, graba en una buena resolución de 640×480 píxeles a 30 fps, pero la sorpresa es, por un lado, el modo de grabación en cámara lenta y, por otro, el software de edición de video, para armar Estudio Movie Maker, para aprovechar las fotos y videos guardados y agregarles música fácilmente.
Sin necesidad de un manual, los dos o tres primeros días cuesta tal vez un poco adaptarse a la sensibilidad de la pantalla táctil. Con un poco de ajuste y especialmente de práctica, enseguida eso deja de ser algo molesto. La escritura de largos textos, sin embargo, sigue siendo un tema incómodo de realizar con un teclado virtual. Ni hablar si se tienen dedos grandes.
La duración de la batería, si se hace uso extensivo del apartado multimedia, no es uno de los puntos fuertes. Conviene siempre ajustar las opciones para economizar la mayor cantidad de batería posible. De hecho, conviene ponerlo siempre en modo bloqueo de teclado, porque es muy sensible y se enciende con un leve roce en la cartera o un bolsillo si no se lo protege. Los males de las grandes pantallas táctiles.
Trae salida de TV, memoria interna de 8 GB, además de una ranura para tarjetas microSD de hasta 32 GB. Sus dimensiones son: 105.9 × 55.3 × 11.95 milímetros y pesa 105 gramos de peso. Es un teléfono cuatribanda HSDPA a 7.2 Mbps, con conectividad WiFi, bluetooth estéreo y A-GPS.
La pantalla es TFT táctil de 3 pulgadas con resolución 480 × 800 píxeles y 16 millones de colores.
En cuanto al diseño, es grande debido a la gran pantalla, pero resulta cómodo de llevar en la mano o en un bolsillo de una campera o saco. No tanto en un pantalón, por ejemplo.